Washington, E.U.-
En otra muestra de que el norte de África es el nuevo escenario de la guerra contra la organización terrorista Al-Qaeda, el presidente Barack Obama decidió este viernes el envío de un contingente de 100 militares a Niger.
La misión del destacamento, según un comunicado de la Casa Blanca, será “intercambiar información de inteligencia” con los efectivos del ejército francés que han sido desplegados en Mali, un país que se ha convertido en cielo seguro para células de Al-Qaeda.
La vecindad entre Niger y Mali se convirtió así en el puente de operaciones entre Estados Unidos y Francia para tratar de contener la marea de organizaciones radicales islamistas que se han expandido en el curso de los últimos años y que amenazan al gobierno de Mali en Bamako.
El envío de tropas estadounidenses marca el inicio de una escalada militar a la que Estados Unidos se opuso a toda costa, mientras ordena el complicado repliegue de sus tropas en Afganistán. Hasta ahora, el apoyo de Obama al gobierno francés de Francois Hollande, se había limitado al envío de aeronaves de transporte militar para trasladar pertrechos, equipo y efectivos franceses a la antigua colonia francesa.
Apenas el pasado 9 de enero, el presidente de Mali, Dioncounda Traore, lanzó un dramático mensaje de ayuda para pedir a Francia el envío de tropas que impidieran el asalto de células de Al-Qaeda en Bamako, la capital. La decisión de enviar un primer contingente que operará desde Niger demuestra hasta qué punto la administración Obama sigue rehuyendo una intervención directa en Mali.
Sin embargo, también es muestra del dilema que enfrenta la Casa Blanca en momentos en que un aliado como Francia le pide apoyo para evitar que una de sus ex colonias sucumba ante el avance de fanáticos islamistas que, por cierto, ven a Estados Unidos como su principal enemigo.
“Con esta decisión el gobierno de Estados unidos parece sugerir que su asistencia militar a Francia en Mali seguirá siendo limitada”, consideró el analista Marvin Kalb, quien criticó el hecho de que Francia lleve todo el peso de una intervención militar que también afecta a la seguridad nacional de Estados Unidos.
En su mensaje sobre el Estado de la Unión, Obama aseguró que “la década de guerras se ha terminado”, en alusión al fin de la guerra en Irak y al repliegue de las tropas en Afganistán hacia fines del 2014.
Sin embargo, la expansión del islamismo integrista en el norte de África, podría obligar a la Casa Blanca a replantear su decisión de bajar la cortina de las intervenciones militares.
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