Roma, Italia / Mayo 5.-
Como “un soldadito asediado por el ejército enemigo”, dijo sentirse Veronica Lario luego de haber pedido públicamente el divorcio del primer ministro Silvio Berlusconi, a quien el episcopado demandó hoy “mayor sobriedad”.
El escándalo mediático provocado por “la separación del siglo” en Italia tendía a aumentar pese a que, según los medios, el propio Berlusconi quiere evitar un espectáculo público en el que salgan a relucir los “trapos sucios”.
El diario Corriere della Sera filtró hoy declaraciones de Lario, quien dijo sentirse “asediada por ejércitos enemigos” luego de que el pasado fin de semana confirmó a la prensa su intención de divorciarse, lanzó a su marido fuertes críticas y la acusación de “frecuentar a menores de edad”.
Desde su mansión en Macherio, Milán, la señora aclaró que “en esta historia quiero que todos entiendan, si es que no lo han entendido, que solamente estoy defendiendo mi dignidad de mujer, que ha sido profundamente ofendida y conmigo también defiendo a mis hijos”.
Madre de los tres hijos menores de Il Cavaliere, Lario, de 52 años de edad, aparentemente tendría el apoyo de ellos, aunque Berlusconi declaró que sus descendientes “lo aman profundamente” y acusó a su esposa de querer “ponermelos en contra”.
Según el diario La Repubblica, Berlusconi, de 72 años, quiere a toda costa una separación “consensual” y no una por “culpa” (en el que aparezca como acusado), pues ello se transformaría en un gran proceso público en el que su imagen no saldría bien parada.
El cotidiano informó que la víspera el jefe de gobierno citó a sus dos hijos mayores (fruto de su primer matrimonio también finalizado en divorcio), Marina y Piersilvio, con puestos de comando dentro de su imperio, para que fijaran su posición en el caso.
Al encuentro, en su cuartel general de Arcore, Milán, no asistieron los tres hijos menores (Barbara, Eleonora y Lugi), que no participan en la gestión de la holding Fininvest (que controla a las empresas de Berlusconi), aunque poseen el 21 por ciento de las acciones.
En tanto, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) Avvenire lanzó hoy un duro ataque al primer ministro y pidó “un presidente del Consejo (de ministros) que con sobriedad sepa ser espejo, lo menos deforme posible, del alma del país”.
El cotidiano consideró que el abrazo entre la política y el espectáculo es “mortífero” y que “la sospecha para quien maneja la cosa pública puede ser mucho peor que la verdad más incómoda”.
El escándalo detonó la semana pasada cuando Lario acusó a su marido de frecuentar a menores de edad, luego de que la prensa divulgó una visita secreta del primer ministro a la fiesta por el 18 cumpleaños de una chica, identificada como Noemi Letizia.
La joven lo llamó “papi” y confirmó que desde tiempo atrás lo visitaba en Roma y Milán.
La oposición pidió aclarar si es cierto que el jefe de gobierno mantiene relaciones con menores de edad, lo que va contra la ley, mientras el gobierno hizo publicar hoy en los diarios fotografías, vistosamente retocadas, en las que Berlusconi brinda en la fiesta de Noemi al lado de los padres de la joven.
La víspera el primer ministro denunció que su esposa es “manejada” por la oposición, que le ha preparado un “complot” .
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