Washington, D.C.-
El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, pidió calma y prometió transparencia este miércoles, tras el primer caso de contagio del ébola fuera de África, mientras Estados Unidos, donde murió un paciente, alertaba contra una “crisis mundial urgente”.
“El ébola es una crisis mundial urgente que requiere una respuesta mundial urgente”, dijo el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, poco después de conocerse la muerte por ébola de un paciente liberiano, que había sido el primer caso diagnosticado fuera de África.
“En este momento lo que tenemos que hacer es estar atentos, pero manteniendo la tranquilidad”, afirmó este miércoles el jefe del gobierno conservador español, Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputados.
En la noche del martes y este miércoles, una técnica sanitaria y una enfermera fueron internadas en el hospital Carlos III, donde se trata a los casos sospechosos. Sin embargo, la primera fue dada de alta en menos de 24 horas, dejando en cinco el número de aislados.
Entre ellos estaba Teresa Romero, de 44 años, infectada con el virus, tras atender a dos misioneros, repatriados con ébola de Liberia y Sierra Leona, y fallecidos respectivamente el 12 de agosto y el 25 de septiembre.
“Estoy un poquito mejor”, dijo Romero, este miércoles en una entrevista telefónica con el diario El Mundo.
Junto a esta técnica sanitaria, la única oficialmente infectada, están hospitalizados su marido, dos enfermeras y un ingeniero que volvió de África y podría ser dado de alta próximamente.
– Refuerza controles en cinco aeropuertos
Cinco aeropuertos de Estados Unidos comenzarán a controlar la temperatura de los pasajeros que llegan de África occidental a Estados Unidos para evitar la propagación del virus del ébola, anunció el miércoles la Casa Blanca.
“La gran mayoría de las personas que vienen de estos tres países (Guinea, Liberia y Sierra Leona) serán controladas”, declaró Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca.
Los aeropuertos que implementarán estas medidas son el JFK de Nueva York, el Dulles de Washington, el O’Hare de Chicago, el Hartsfield-Jackson de Atlanta y el Newark Liberty de Nueva Jersey.
Juntas, estas cinco terminales son destino del 94% de las personas que viajan a Estados Unidos desde estos tres países, que son los más azotados por el mortífero virus.
“Lo que la gente necesita entender es que seguimos confiando mucho en las medidas de control que ya están implementadas y que lo han estado desde hace ya un tiempo”, dijo Earnest.
El reforzamiento de estos controles fue anunciado pocas horas después de que un hospital en Texas (centro-sur) informara de la muerte de la primera persona diagnosticada de ébola en Estados Unidos –y la primera fuera del continente africano.
Thomas Eric Duncan, un ciudadano liberiano, había viajado de su país a Texas para visitar a su familia en septiembre.
La epidemia de ébola ha matado a casi 3.500 personas en Guinea, Liberia, Nigeria, Senegal y Sierra Leona este año.
Sus síntomas son fiebre, diarrea, vómitos y fuertes dolores musculares y de articulaciones. Se transmite por el contacto con fluidos corporales de una persona infectada luego de que ésta empieza a padecer los síntomas, o tras tocar el cadáver de alguien que murió de ébola.
Hospitales en Nebraska y Georgia trataron y dieron de alta a tres misioneros estadounidenses que se infectaron de ébola y fueron repatriados a Estados Unidos.
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