Washington, D.C.-
La administración del presidente Barack Obama evitó hoy alguna reacción ante la decisión del gobierno de Venezuela de expulsar a un funcionario de su embajada en Caracas.
El vocero presidencial Jay Carney eludió también pronunciarse sobre las acusaciones hechas por el vicepresidente venezolano Nicolás Maduro en el sentido de que Estados Unidos conspira en contra de su gobierno.
“No tengo reacción a esas acusaciones”, dijo Carney cuestionado sobre el anuncio hecho por Maduro, quien dio a conocer igualmente que la salud del presidente Hugo Chávez se ha complicado de nueva cuenta.
Maduro anunció la expulsión del agregado aéreo de la embajada de Estados Unidos en Caracas, David Del Mónaco, por buscar desestabilizar al país al llamar para ello a militares en activo.
“Tiene 24 horas para irse de Venezuela; nuestras Fuerzas Armadas se respetan. Hemos emitido una nota verbal al gobierno estadunidense”, indicó el vicepresidente venezolano durante una reunión con el gabinete ejecutivo.
Adelantó que habrá una investigación sobre la posibilidad de que al presidente Chávez se le haya inoculado con el cáncer que padece y que le fue diagnosticado desde junio de 2011.
Carney dijo que su gobierno continua buscando establecer una relación “funcional y productiva” con Venezuela.
“Continuamos abiertos al diálogo con Venezuela en un amplio rango de temas de entendimiento mutuo, incluyendo narcóticos, contraterrorismo y las relaciones comerciales, incluyendo energía”, indicó.
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