Texas.-
De acuerdo con un reporte del diario The New York Times, la Guardia Nacional de este estado al sur de la Unión Americana reniega de las condiciones en que su gobernador, Greg Abbott, pide que cuiden la cuiden la frontera con México.
Se quejan de la falta de equipamiento, de instrumentos y de protección sanitaria para detener los brotes de Covid–19 en los campamentos que han sido improvisados desde el año 2021 para vigilar la franja internacional.
Luego de una multitudinaria entrada de indocumentados a Texas en la zona de Del Río en el mes de septiembre, que acentuó las tensiones del ejecutivo estatal con Washington D. C. por las denuncias de un mal manejo del fenómeno migratorio, Abbott decidió enviar a miles de soldados como valla de contención para frenar el cruce irregular de personas.
Sin embargo, el programa no ha sido del todo exitoso. Por el contrario, se han filtrado a la prensa y esferas políticas los problemas que están sufriendo los agentes para poder desempeñar una función de ‘Patrulla Fronteriza Alternativa’.
Incluso, esta semana fueron publicados datos que revelan errores del operativo Estrella Solitaria desde su organización, tan es así que los extranjeros ilegales siguen atravesando el territorio texano.
Un informe dado a conocer por el periódico neoyorquino demuestra que los soldados fueron convocados de manera obligatoria con muy poco tiempo de anticipación.
En el despliegue recibieron la instrucción de parar el tráfico de humanos y de drogas, pero en la práctica los efectivos se dieron cuenta que no les pagaban su salario y, especialmente, les faltaba equipo elemental.
Ni siquiera fueron dotados de ropa de invierno o de suficientes instrumentos para las unidades médicas. Los brotes de coronavirus no se hicieron esperar y han diezmado la labor de la Guardia Nacional de Texas.
Tampoco poseen cuarteles establecidos. Cambian de lugar constantemente a través de remolques.
Fueron también separados de sus familias por tiempo indefinido, por la desorganización de una misión que los soldados acusan de ponerlos en riesgo, ante la amenaza que representan las organizaciones delictivas.
Las molestias han subido hasta el Congreso y los legisladores demócratas solicitaron una investigación.
En cambio, los datos que pregona el estado es que las labores marciales en la zona han permitido impedir el trasiego de sustancias prohibidas y detener a los inmigrantes indocumentados.
De acuerdo con el Departamento Militar de Texas la corporación, que aglomera 24 mil miembros, le costará al estado este año 2 mil millones de dólares. Se dice que hay mucho dinero invertido, pero los soldados en el campo aseguran todo lo contrario, y de hecho, los más veteranos han pedido su jubilación luego de participar en el operativo Estrella Solitaria, al que señalan de no tener las condiciones necesarias para poder desempeñar esta difícil tarea.