Madrid, España / Septiembre 24.-
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó que fracasó el plan para entrar a la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, matarlo y después decir que se había suicidado.
En declaraciones al diario El Mundo dijo que en su refugio en la misión brasileña, “la situación es cada vez más difícil. No es fácil conseguir alimentos y menos aún que nos dejen introducirlos”.
“En algunos momentos nos han cortado la luz, el agua y el teléfono, pero finalmente los han restablecido tras las fuertes presiones. También gracias a la comunidad internacional se ha disipado un plan para matarme y decir que me había suicidado”, aseguró.
Zelaya agregó que “hoy todavía corremos el riesgo de que la embajada sea asaltada y de que anuncien que me había suicidado para simular que nosotros habíamos decidido morir antes de que entraran aquí”.
“El plan se frustró porque de nuevo la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos y la OEA (Organización de Estados Americanos), intervino inmediatamente”, expuso.
Criticó que tras su regreso el país, hace dos días, Honduras esté en estado de sitio, con aeropuertos, carreteras, empresas y fábricas cerradas y la gente imposibilitada de circular por las calles.
“Los policías están reprimiendo y no dejan que la gente llegue a la embajada. El país no volverá a la calma mientras el presidente esté encerrado”.
“La propuesta de diálogo con la que llegué ha sido contestada con bombas y soldados”, añadió por último.
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