Brasilia, Brasil.-
El nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Henrique Meirelles, dijo hoy que la prioridad de Brasil será recuperar la confianza, y para ello, el gobierno promoverá medidas para “revertir el aumento de la deuda pública”, entre ellas las eventualmente impopulares reformas laborales y del sistema de pensiones.
“Hay factores objetivos (que explican la crisis económica actual). El más objetivo es la inseguridad sobre la sustentabilidad de la deuda pública, es decir, la capacidad del Estado brasileño de financiarse a futuro”, dijo Meirelles, en su primera rueda de prensa tras asumir la víspera el cargo.
“No hay cómo no afrontar esa situación. Debemos revertir el aumento de la deuda pública”, agregó Meirelles, quien rechazó decir cuánto tiempo necesitará el país para salir de la crisis económica.
Este ex banquero, considerado uno de los ‘hombres fuertes’ del nuevo Ejecutivo, dijo que Brasil enfrentará dos reformas consideradas cruciales -la del sistema de pensiones y laboral- que podrían ser muy impopulares.
Aseguró que la “sociedad brasileña está madura para medidas de ajuste”, en una referencia a que las reformas del nuevo Ejecutivo podrían causar rechazo en la población y, eventualmente, protestas sociales.
“Estamos preparados para tomar medidas las necesarias que hagan falta y decir la verdad a la población” en lo referente al estado actual del déficit público, que el nuevo Ejecutivo considera que el gobierno de Dilma Rousseff no detalló.
“En relación a las protestas, forma parte de la democracia. Puede ocurrir. Evidentemente que tiene que prevalecer el interés de la sociedad. No se puede agradar a todos”, dijo el ministro, preguntado sobre eventuales protestas sociales.
“Ciertamente la reforma del sistema de pensiones es evidente. Más importante incluso es saber cuál será el valor de su pensión a futuro es saber quién va a recibir la pensión y para eso hay que garantizar sustentabilidad. Pensión debe ser autosustentable”, explicó el ministro.
“La cuestión de la reforma laboral es la misma cosa. Es de la mayor importancia para aumentar competitividad brasileña”, explicó, abriendo la puerta a eventuales recortes en derechos laborales que fueron expandidos durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT).
Dijo que el lunes anunciará al nuevo presidente para el Banco Central y no cerró la puerta a una capitalización con fondos públicos de empresas estatales que, como la estatal Petrobras, presentan niveles de deuda que algunos analistas apuntan como insustentables.
“El país está esperando una acción y un cambio en el itinerario de la economía. Hay una demanda de la sociedad para revertir la trayectoria de la economía, del empleo y la renta”, explicó Meirelles, quien ocupó la presidencia del Banco Central del país durante los mandatos de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010).
Los últimos indicadores de la economía brasileña apuntan a un empeoramiento de la contracción económica: el desempleo está en alza y azota a 11 millones de brasileños, la inflación supera el 6.0 por ciento y hay contracción en la práctica total de los sectores económicos, a excepción de las exportaciones.
Datos provisionales publicados por el Banco Central este viernes señalan que el Producto Interno Bruto (PIB) se cayó un 1.44 por ciento en el primer trimestre de este año.
La economía brasileña se contrajo un 3.8 por ciento en 2015, la peor recesión del país sudamericano desde 1990.
Este año la economía debe contraerse un 3.86 por ciento, según los analistas, por lo que Brasil acumularía su peor caída del Producto Interior Bruto (PIB) en más de siete décadas.