México, D.F. / Abril 13.-
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos está guiando a la automotriz General Motors en los preparativos para acogerse a la ley de protección por bancarrota para el 1 de junio, pese a que la automotriz dijo que podría reorganizarse fuera de los tribunales.
El diario New York Times publicó el domingo que miembros del presidente de Barack Obama que supervisan su rescate, señalaron que la empresa debe recortar sus gastos y reducir sus deudas a fin de seguir recibiendo ayudas del gobierno.
Fuentes señalaron que el objetivo del Departamento del Tesoro es que la compañía se prepare para una bancarrota rápida, “quirúrgica”.
General Motors ha recibido ayuda por parte del gobierno federal por 13.4 mil millones de dólares hasta el momento.
Los preparativos de la posible quiebra están orientados a asegurar que el procedimiento esté listo si la compañía no llega a acuerdos con sus portadores de bonos para canjear unos 28 mil millones de dólares en deuda por acciones, y con el Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz (UAW, por su sigla en inglés).
De acuerdo con el diario, uno de los planes que se está considerando es la creación de una nueva empresa que compraría el activo “bueno” de GM casi inmediatamente después de que la firma presenta una solicitud de declaración de quiebra.
El activo menos deseable, incluyendo marcas(clases) no deseadas, fábricas y obligaciones de asistencia médica, sería dejado(abandonado) en la vieja empresa, que podría ser liquidada más de varios años.Los funcionarios del Tesoro examinan un resultado potencial en cual una General Motors viable entre y salga de la protección de bancarrota en poco más de dos semanas, usando 5 mil millones de dólares a 7 mil millones de dólares en la financiación federal.
Desde su llegada a la presidencia de General Motors, el pasado 31 de marzo en sustitución de Rick Wagoner, Henderson ha dado “señales” de que la suspensión de pagos podría ser una opción “probable” en el caso de que los acuerdos con sus tenedores de bonos y con los sindicatos no llegaran a buen puerto.
Esta actitud es contraria a la mostrada por Wagoner, que siempre se opuso a acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
El pasado 30 de marzo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio un ultimátum de 60 días al gigante de Detroit para que presentara un nuevo plan de viabilidad y para que evitara de esta forma tener que acogerse a la suspensión de pagos.
Obama admitió que la empresa ha hecho un esfuerzo, pero lo calificó de “insuficiente”.
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