Roma, Italia.-
Mientras que 870 millones de personas sufren hambre en el mundo, hay más de 500 millones de personas obesas y susceptibles de padecer enfermedades, advirtió hoy la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, en una conferencia que dictó en la Universidad y Centro de Investigación de Wageningen, Holanda, hizo referencia al cambio en el estilo de vida.
La urbanización, el crecimiento económico y otras grandes transformaciones están provocando cambios en los estilos de vida y las dietas en muchas partes del mundo, indicó Graziano da Silva, según un comunicado divulgado por la FAO.
Señaló que los países no afrontan esta situación todo lo bien que deberían y se refirió a la necesidad de garantizar la producción de alimentos inocuos y ofrecer a los consumidores mejores alternativas e información sobre sus dietas.
“Necesitamos estrategias integradas de nutrición, elaboradas con las aportaciones de la sociedad en su conjunto: el sector privado, los médicos y las organizaciones de consumidores, entre otros”, dijo.
Graziano da Silva recordó que mientras unos 870 millones de personas sufren hambre, hay también más de 500 millones de personas obesas y susceptibles de padecer enfermedades no transmisibles.
El responsable de la FAO explicó que una revisión global de las estrategias de nutrición podría, por ejemplo, replantear el papel de los cultivos tradicionales, que han perdido espacio en las dietas modernas.
“Cada región tiene diversos cultivos que no son productos básicos y que se han utilizado en el pasado como alimentos”, recordó.
Citó como ejemplo la quinua, de la que en este 2013 se celebra su año internacional, y es un “súper alimento” andino de un alto valor nutritivo, similar a los cereales, rico en proteínas y muchos micronutrientes.
Tras señalar que 2014 será el Año Internacional de la Agricultura Familiar, recordó que en la mayoría de los países en desarrollo la agricultura a pequeña escala es el principal productor de alimentos consumidos a nivel nacional y la principal fuente de empleo en zonas rurales.
El director general de la FAO indicó que en las últimas décadas la población rural ha envejecido y en muchos casos predominan las mujeres.
Por ello, las féminas tienen que ser empoderadas y contar con los derechos, políticas, herramientas y recursos necesarios para apoyar el papel que desempeñan en todos los aspectos de la vida rural y la seguridad alimentaria, señaló.
Afirmó que la población, en especial los jóvenes, necesitan también mejores oportunidades económicas que les permita permanecer en las zonas rurales.
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