San Diego, E.U.-
El congresista federal de San Diego, Duncan Hunter, informó que ayer envió al Pentágono pruebas de que un soldado de origen mexicano pereció en un acto heroico y salvó la vida de una docena de estadounidenses, por lo que merece la Medalla de Honor.
Se trata del soldado Rafael Peralta, originario de la Ciudad de México y residente legal en San Diego, quien fue enviado a Irak y murió en 2008.
Hunter, miembro del Comité de las Fuerzas Armadas, envió al secretario de la Defensa, Leon Panetta, testimonios y un video del momento en que el sargento Peralta se lanza a cubrir con su cuerpo una granada de fragmentación para salvar a su pelotón.
En febrero pasado, el Pentágono bautizó un nuevo barco destructor con el nombre del mexicano y entregó de manera póstuma la Estrella de la Armada a Peralta, pero no le concedió la Medalla de Honor, la máxima distinción de los infantes de Marina. El ex secretario de Defensa, Robert Gates, declinó recomendar la Medalla de Honor a favor de Peralta, debido a versiones encontradas de expertos sobre lo que había ocurrido.
Hunter informó que un médico forense determinó que Peralta habría estado herido en la cabeza y se encontraba inconsciente al momento de arrojarse sobre la granada, por lo que no significó un acto de valor que mereciera el máximo reconocimiento. La familia del sargento y los infantes de Marina se mostraron en desacuerdo con esta interpretación y pidieron al secretario de la Marina, Ray Mabus, que reconsidera la decisión tomando en cuenta las nuevas evidencias.
El congresista consiguió el video del momento en que el sargento salva a su pelotón. Al enviar una copia al secretario Panetta, Hunter aclara que envía pruebas “adicionales en video”. La oficina del congresista republicano consiguió el video de un reportero militar que se encontraba en el lugar de los hechos aquel día del 2008 en que pereció Peralta. El portavoz de Hunter, Joe Kasper, dijo que lamentablemente el video no estuvo disponible cuando una corte marcial revisó el caso del sargento Peralta pero, agregó, tenerlo ahora como evidencia cambia la situación. Peralta residía en San Diego cuando marchó a Irak. Miembro de una familia inmigrante, vivió un tiempo en la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana antes de radicar en este país.
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