En plena transmisión de la Televisión Pública de Georgia, una periodista de ese país fue herida tras los constantes disparos, en esta nación atacada por Rusia en los últimos días.
Los disparos se escucharon inmediatamente después de que la reportera afirmara que la situación comenzaba a estabilizarse, y en ese instante recibió un balazo en el brazo.
Tamara Urushadze soltó el micrófono y cayó al suelo; algunos compañeros con chaleco antibalas la condujeron al vehículo de la cadena de televisión, donde la corresponsal continuó emitiendo su reportaje mientras sus colegas atendían su herida.
Los disparos procedían de las posiciones ocupadas por las fuerzas de la región separatista de Osetia del Sur, donde el Ejército ruso entró para proteger a los surosetas de las tropas georgianas.
Durante los cinco días de combates, en Georgia han muerto al menos tres periodistas: dos georgianos que trabajaban para medios rusos y un holandés.
Todos ellos fallecieron durante el fuego cruzado entre ataques de separatistas y rusos, y varios reporteros más resultaron heridos en ambos lados de la línea del frente.
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