Dallas, E.U.-
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, participó hoy en un homenaje a los tres soldados muertos el pasado 2 de abril durante un tiroteo en el Fuerte Hood, Texas.
Los militares Danny Ferguson, Carlos A. Lazaney y Timoteo Owens perdieron la vida cuando el también soldado Iván López disparó contra ellos y, tras una persecución, se suicidó.
En la ceremonia, Obama dijo que la mejor forma de honrar su memoria es manteniendo a las tropas a salvo, no sólo en el campo de batalla sino también en el frente interno.
“Nunca podremos eliminar todos los riesgos, pero como nación podemos hacer más para ayudar a aconsejar a aquellos con problemas de salud mental, para mantener las armas de fuego fuera de las manos de quienes están teniendo profundas dificultades”, señaló Obama.
La visita de este miércoles al Fuerte Hood es la segunda que realiza el presidente en los últimos cuatro años para una ceremonia fúnebre, luego de la masacre del 5 de noviembre de 2009 con saldo de 13 muertos a manos de un mayor del ejército.
Obama apuntó que los hechos del pasado miércoles arrojan “lágrimas en las heridas que siguen abiertas desde hace cinco años” y lamentó que la tragedia se haya registrado en un lugar “donde se supone que (los militares) deben estar a salvo”.
En el evento hablaron también varios comandantes militares, además del secretario del Ejército, John M. McHugh.
“Conforme lo hemos hecho en otras ocasiones difíciles, vamos a sacar fuerza de la unidad”, dijo el general Raymond Odierno, jefe de personal del Ejército. “Vamos a estar todos unidos como un ejército”, indicó.
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