Ciudad del Vaticano.-
En sus primeros 100 días de pontificado, el Papa Francisco impuso un estilo monacal, propio de su espiritualidad jesuita que recupera la tradición de las grandes órdenes religiosas de la Iglesia, de las que surgieron 34 pontífices.
El 13 de marzo Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el pontífice número 266 de la historia y, al mismo tiempo, el primer miembro de la Compañía de Jesús en llegar al liderazgo de la catolicidad.
“Es extraño, los jesuitas estamos acostumbrados a estar al servicio del Papa y a ser enviados por él a diversas partes del mundo, pero nunca esperamos que uno de nosotros llegase a ese nivel”, confesó el padre Federico Lombardi.
El portavoz del Vaticano es, quizás, el jesuita más famoso. A lo largo de casi todo el pontificado de Benedicto XVI fungió como director de la Sala de Prensa, la Radio y el Centro Televisivo, todos organismos del Vaticano.
Pocas horas después de haber visto a su hermano de orden aparecer en el balcón central de la Basílica de San Pedro, se mostró sorprendido y estupefacto por la elección de los cardenales en el Cónclave.
Algo similar le pasó a otro jesuita notable, Antonio Spadaro, el director de la histórica revista “La Civiltá Cattolica”, una publicación que se edita en Italia desde 1875 y mantiene una total sintonía de contenido con el papado.
“Aún no digerimos la situación”, confesó hace unas semanas en la presentación del nuevo diseño de la revista.
Más allá de la sorpresa, la elección del arzobispo de Buenos Aires como vicario de Cristo marcó el regreso de las grandes órdenes religiosas al pontificado después de 167 años.
Un regreso que parece marcar una mayor diferencia producto del estilo austero y sencillo impuesto en el nuevo pontificado, casi espartano y alejado de las estructuras barrocas renacentistas.
Antes de Francisco, el último Papa proveniente de una congregación fue Gregorio XVI, quien fue el pontífice número 254 y gobernó la Iglesia de 1831 a 1846; él pertenecía a los Benedictinos.
De hecho la Orden de San Benito, fundada en el siglo VI por ese santo italiano originario de Nursia, es la que más líderes católicos ha dado a la Iglesia, 17 en total.
El resto de los pontífices religiosos fueron seis miembros de la Orden de San Agustín, mientras los franciscanos (Orden de San Francisco) y los dominicos (Orden de los Predicadores) dieron a la Iglesia cuatro papas respectivamente.
En tanto la Santa Orden del Císter, cuyos miembros son conocidos como cistercienses, cuenta con dos obispos de Roma.
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