Rio de Janeiro, Bra.-
Un grupo de manifestantes brasileños acampó hoy cerca de la residencia del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y repartió rebanadas de pastel a los policías que les impiden el paso, en un gesto de amistad con las fuerzas de seguridad.
El pastel se distribuyó al cumplirse 24 horas de la acampada en avenida Delfim Moreira, en el sur de Río, donde los manifestantes planean permanecer hasta el lunes como parte de sus protestas contra las alzas en servicios y los gastos excesivos del gobierno.
“Esta celebración (con pastel) simboliza una nueva relación de la población con la policía, que aquí está actuando de manera democrática”, dijo un estudiante de Derecho organizador de la protesta, en declaraciones a la Agencia Brasil de noticias.
Este sábado en las manifestaciones y el campamento, los llamados ‘indignados’ brasileños participaron junto con decenas de niños, algunos menores de un año, en un intento por mostrar el carácter pacífico de sus acciones luego de la violencia de los días pasados.
“Los niños jugaban en medio de los carteles que piden cambios en la política del país”, reseñó la agencia desde el lugar de la protesta, en la que el único arresto fue el de un conductor que intentó atravesar por la fuerza el lugar bloqueado de la avenida Moreira.
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