Madrid, España.-
Más de mil 300 millones de musulmanes en todo el mundo iniciaron hoy el mes sagrado del Ramadán, dedicado a orar y ayunar desde el alba hasta el ocaso, en medio de la violencia que prevalece en Siria y Egipto por el reciente golpe de Estado.
El Ramadán comenzó este miércoles con la aparición de la luna creciente en Jordania, Siria, Argelia, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Líbano, Libia, Kuwait, Qatar, Yemen, Sudán e Indonesia, y se espera que mañana jueves inicie en el resto de las naciones musulmanas.
Durante el mes sagrado del Ramadán, uno de los cinco pilares fundamentales de la religión islámica, los fieles musulmanes se abstienen de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el amanecer y hasta la puesta del Sol.
El Ramadán es el noveno mes del calendario islámico y se debe, según la tradición islámica, a que el profeta Mahoma recibió la revelación del Corán, el libro sagrado del Islam que contiene las enseñanzas de Alá (Dios).
El mes de ayuno es considerado por el mundo musulmán como un periodo de purificación y meditación, júbilo y unión familiar, sin embargo, este año está marcado por el derramamiento de sangre que se vive en muchos países, principalmente en Siria y Egipto.
El ministro de Asuntos Religiosos y de Culto de Siria, Muhammad Abdul Saltar al-Sayyed, afirmó que los sirios inician el Ramadán en condiciones difíciles, no sólo por el conflicto armada, sino por la carencia de alimentos y la devaluación de su moneda.
En una entrevista con la televisión estatal, al Sayyed afirmó que el régimen del presidente sirio Bashar al Assad saldrá victorioso de esta guerra, que ha causado la muerte de más 97 mil personas, desde su inicio hace más de tres años.
El funcionario recordó que el mes sagrado del Ramadán constituye un llamado a hacer el bien, a practicar la justicia y generosidad, a dar constancia del amor por el prójimo, por lo que confió en que se reduzca la violencia en Siria durante este periodo.
En Egipto, donde más de 200 personas han muertos y miles han resultado heridas tras el golpe de Estado de la semana pasada, la calma parecía haber llegado a las calles de El Cairo, ya que la presencia de manifestantes disminuyó considerablemente y con ello la violencia.
De hecho muchos egipcios confían que con el Ramadán se solucione la crisis, aunque la tensión sigue por el llamado de la Hermandad Musulmana a rebelarse contra el gobierno interino, que fue impuesto de facto y la advertencia del Ejército de frenar a cualquiera que atente contra la paz.
El Ramadán concluirá el próximo 8 de agosto con la festividad del Eid al Fitr, una celebración popular que congrega a los musulmanes con sus familias y en las que se degustan platillos típicos de cada país, en abundancia.
Discussion about this post