OXON HILL, E.U.- El republicano Jeb Bush, hijo y hermano de presidentes de Estados Unidos y aspirante a llegar a la Casa Blanca en 2016, deberá convencer al ala más derechista de los votantes republicanos durante la gran reunión de los conservadores estadounidenses cerca de Washington D.C.
Jeb Bush tiene fama de saber superar las pruebas que se le presentan, pero su tarea en la Conservative Political Action Conference (Conferencia de Acción Política Conservadora, CPAC por su sigla en inglés) que se desarrolla hasta el sábado en Oxon Hill, Maryland (este), se prevé difícil, si no imposible.
No por formar parte de una dinastía de presidentes de Estados Unidos en su condición de hijo del 41 presidente del país (George H.W.) y hermano del 43° (George W.), sino por ser el republicano favorito de las élites y que algunos en la CPAC consideran que se vendió a los donantes multimillonarios o como un traidor por haber apoyado algunas reformas de Obama, como las de inmigración y educación.
“Es tiempo de cambiar. Ya tuvieron su momento en la Casa Blanca”, afirma en la conferencia Judy Strickland, una votante conservadora de Texas (sur), la tierra de la familia Bush.
“Estoy en contra del ‘tronco común’, él está a favor”, explica Judy en alusión a la reforma educativa, vilipendiada por los conservadores. “Me opongo firmemente a la amnistía y él está a favor”, agrega a propósito de la reforma de la legislación de inmigración del presidente Barack Obama, que pretende impedir la expulsión de millones de extranjeros indocumentados.
“Son dos asuntos importantes que realmente me preocupan”, asegura esta militante.
El Partido Republicano promete regularmente que tendrá en cuenta a las minorías con vistas a las elecciones de 2016, pero la realidad es que su base blanca conservadora sigue siendo crucial para los candidatos en las elecciones primarias.
SE EQUIVOCA DE PRIORIDADES
Jeb Bush, de 62 años, tiene rivales de envergadura desde que en diciembre anunciara que se lanzaba “activamente” a un intensa campaña de recaudación de fondos, que ya le permitió reunir millones de dólares de generosos donantes republicanos.
Bush ha pronunciado últimamente varios discursos importantes, entre ellos uno sobre política exterior durante el cual intentó disipar el malestar en torno a su apellido al afirmar que “yo soy yo”.
ENTÉRATE
Jeb Bush podría tener además dificultades para atraer a los electores favorables a la ortodoxia presupuestaria para reducir la deuda y/o a los defensores de posiciones conservadores en temas como el matrimonio homosexual y el aborto.
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