Dharamsala, India. / Marzo 10.-
“La vida en el Tíbet es un infierno para los tibetanos”, declaró hoy el Dalai Lama en Dharamsala, ciudad donde vive exiliado desde hace medio siglo, con motivo del 50 aniversario de la revuelta antichina en la región.
“Con infierno me refiero al sufrimiento, el miedo, la rabia y el odio que sufren los tibetanos”, explicó el Dalai Lama en rueda de prensa en la que estuvo presente Notimex.
“El Partido Comunista lava el cerebro a los tibetanos, los tortura, los encarcela, trata de convencerlos con la propaganda, pero el espíritu tibetano jamás será eliminado”, dijo el líder espiritual budista.
El líder tibetano encabezó este martes una ceremonia en la que se conmemoró el 50 aniversario de la revuelta tibetana contra las tropas chinas en 1959 y que, tras fracasar, provocó el exilio del Dalai Lama y de miles de tibetanos a India.
El Premio Nobel de la Paz 1989 reiteró este martes una vez más que no quiere la independencia del Tíbet, sino una autonomía en la que se preserve la cultura tibetana.
“No queremos la independencia. Queremos autonomía, y con ello me refiero a que los tibetanos podamos ocuparnos de nuestro territorio, de nuestra lengua, educación (.) Pero cediendo la defensa y las relaciones exteriores a China”, aseguró.
Pekín acusa al Dalai Lama de buscar la independencia del Tíbet, que ocupa una cuarta parte de la superficie de China, y asegura que jamás permitirá la secesión de una parte de su territorio.
Pese a que la situación es muy complicada para los tibetanos en China, según el Dalai, la fuente pidió que no se vuelvan a producir revueltas violentas como la del pasado año, cuando murieron entre 20 y 200 personas, según las fuentes.
“El gobierno chino en el Tíbet quiere que se produzcan nuevas revueltas como las del pasado marzo, para tener motivos para aumentar la represión. Por eso pido a los tibetanos que no lo hagan, que se contengan”, dijo la fuente.
Respecto a si el líder budista, de 79 años, tiene previsto retirarse, la fuente dijo que “actualmente se encuentra en un período de semi-retiro”.
“Mis responsabilidades diarias han sido reducidas y estoy en un estado de semi-retiro. Pero mientras viva seguiré con mi responsabilidad de luchar por la causa tibetana”, lanzó.
Pese a que las conversaciones directas entre Pekín y los emisarios del Dalai Lama no desembocaron hasta la fecha en un acuerdo entre las partes, el Dalai se declaró “optimista” para que el conflicto sea resuelto.
“Hay muchas razones para ser optimista. Sobre todo por la actitud del pueblo tibetano ante la ocupación”, dijo el Dalai, quien pidió sin embargo que el pueblo se prepare para una “lucha a largo plazo”.
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