Monrovia, Liberia
La presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, decretó un toque de queda general a partir del miércoles por la noche y la cuarentena de dos barrios, uno de ellos capitalino, ante el avance inexorable de la epidemia del virus del Ébola en el país, el más afectado por el virus junto con Sierra Leona.
El coordinador de la ONU para el Ébola, el doctor inglés David Nabarro, anunció el martes que esta semana visitará ambos países africanos y los otros dos afectados, Guinea y Nigeria, con la intención de movilizar los 7.500 “cascos azules” en Liberia para luchar contra la enfermedad.
“A partir del miércoles 20 de agosto, regirá un toque de queda desde las 21 horas hasta 6 de la mañana”, anunció la presidenta Sirleaf en un discurso radiotelevisado la noche del martes.
También ordenó “el cierre de todos los centros de ocio y de todos los videoclubes a partir de las 18H00”.
Sirleaf deploró que a pesar de los esfuerzos en aumento y la adopción de medidas cada vez más draconianas, hasta ahora no se haya podido “dominar la enfermedad debido a una negación persistente, a prácticas funerarias tradicionales y al no respeto de indicaciones del personal sanitario y de las advertencias del Gobierno”.
La presidenta liberiana anunció asimismo la cuarentena del barrio de West Point, periferia de Monrovia, donde unos jóvenes atacaron un centro de aislamiento del que se llevaron objetos potencialmente contaminados y provocaron la fuga de 17 enfermos, hallados más tarde, y de un barrio de Kakata, al sur de la capital.
“Los barrios de West Point en Monrovia y Dolo Town en Margibi (condado que tiene por capital Kakata, NDLR) se ponen en cuarentena y bajo vigilancia de seguridad. Esto significa entradas y salidas de esas zonas”, precisó.
Desde el inicio de la epidemia en marzo pasado, esta fiebre hemorrágica muy contagiosa ha causado 1.229 muertes (casos confirmados, sospechosos o probables), según el último balance de la OMS, el 16 de agosto: 466 en Liberia, 394 en Guinea, 365 en Sierra Leona y cuatro en Nigeria.
Una quinta persona falleció en Nigeria, un médico que atendió al primer enfermo de ébola en ese país, un pasajero llegado de Liberia, anunció el ministro de Sanidad, Onyebuchi Chukwu.
– “Número de médicos irrisorio” –
El coordinador de la ONU indicó que viajará la noche del miércoles a Dakar y luego a Monrovia, Freetown, Conakry y Abuja, acompañado de Keiji Fukuda, un responsable de la OMS, con el fin de “revitalizar el sector de la salud” en esos países.
Liberia, que suma 53 de los 84 nuevos muertos y 48 de los 113 casos suplementarios, sufre una acumulación de circunstancias desfavorables, explicó a la AFP Cyprien Fabre, responsable de la oficina de ayuda humanitaria de la UE (Echo) para África del Oeste.
Fabre citó la propagación de la epidemia en las zonas densamente pobladas alrededor de la capital, además de las provincias vecinas del norte del país, limítrofes con Sierra Leona y Guinea, y “el número de médicos ridículo con relación a la población” (0.1 por 10 mil habitantes, contra 2.6 de media en África, según la OMS).
La OMS destacó no obstante destacó “señales alentadoras” y ciertas medidas “eficaces” en Guinea, de donde partió la epidemia, y en Nigeria, el país más poblado de África, donde destacó “una sola cadena de transmisión identificada” y la “vigilancia” de las autoridades.
En el continente, las medidas de precaución se multiplican y contribuyen a un aislamiento creciente de los países afectados.
Sólo tres aerolíneas internacionales -Royal Air Maroc, Brussels Airlines y Air France- mantienen vuelos con Sierra Leona, según el director general de la aviación civil del país, Abubakarr Kamara.
En Air France, personal navegante “declinó efectuar su misión” para viajar a Guinea, Sierra Leona y Nigeria pero los vuelos se mantuvieron, indicó un portavoz de la compañía francesa.
La aerolínea Ceiba Intercontinental de Guinea Ecuatorial suspendió “hasta nueva orden” todos sus vuelos hacia África del Oeste, principalmente a países no afectados pero vecinos de Guinea, Liberia, Sierra Leona o Nigeria.
Costa de Marfil anunció por su parte la suspensión “hasta nueva orden” de la organización de competiciones deportivas internacionales en el país.
Para atenuar el impacto económico de la epidemia, el Banco Africano de Desarrollo (BAD) prometió a los países afectados una ayuda de 60 millones de dólares (45 millones de euros) “en forma de apoyo presupuestario” para “permitirles pagar al persona sanitario y equipar los sistemas de vigilancia”.
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