Ciudad del Vaticano.-
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, negó hoy que el mayordomo papal Paolo Gabriele, único imputado por la justicia vaticana en el caso del robo y filtración de documentos de Benedicto XVI, sea un “chivo expiatorio”.
En un encuentro con periodistas durante el cual ofreció las últimas novedades sobre el proceso “vatileaks”, el sacerdote jesuita consideró que la “aparente lentitud” de las investigaciones es la prueba que las mismas se están llevando a cabo escrupulosamente.
“Se quieren dar los pasos uno tras otro con total seriedad, en modo que sea absolutamente claro que la idea de un chivo expiatorio no sea absolutamente correspondiente con la realidad”, dijo.
“Hemos encontrado un elemento concreto y ahora se quieren comprender las eventuales responsabilidades más allá de la persona involucrada”, agregó.
El “ayudante de cámara” de Benedicto XVI permanece en una celda de seguridad ubicada al interior del cuartel de la Gendarmería Vaticana desde la noche del 23 de mayo pasado, cuando fue arrestado bajo una acusación por el delito de “robo agravado”.
Aunque formalmente no existen otros detenidos por este caso, la mayoría de los analistas en temas de la Santa Sede coinciden en sostener que Gabriele no pudo haber urdido solo el plan para robar, reproducir y filtrar a la prensa decenas de documentos reservados del Papa.
Esta tesis fue reforzada por una carta difundida, el domingo 3 de junio, por el diario italiano “La Repubblica” en la cual “el cuervo”, como se conoce al responsable de las filtraciones (aunque podrían ser varios), sostuvo que el mayordomo era un “chivo expiatorio”.
Lombardi agregó que el proceso judicial continúa en estas horas, pero no se tienen previstos interrogatorios al camarero en los próximos días.
Precisó que la atención de los magistrados se está concentrando en indagaciones, reflexiones, en el estudio del material secuestrado y en la búsqueda de posibles elementos útiles para tener un cuadro más definido y concreto en el cual, ulteriores interrogatorios, se coloquen con mayor fruto.
La semana pasada el mayordomo fue sometido a dos largos interrogatorios en los cuales contó con la asistencia de sus dos abogados, Carlo Fusco y Cristiana Arru.
En los mismos estuvo presente el “promotor de justicia” (fiscal vaticano), Nicola Picardi; el juez instructor Piero Antonio Bonnet; un canciller y un representante de la Gendarmería Vaticana, el comandante Domenico Giani.
El portavoz también confirmó que los abogados defensores presentaron una instancia de libertad vigilada a favor del imputado, indicó que la misma será tomada en consideración pero aclaró que, por el momento, continuará detenido.
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