Fotos: Agencias internacionales
Argentina.-
La monja japonesa, Kosaka Kumiko, acusada de complicidad en abusos sexuales, fue imputada en Argentina por diversas denuncias de menores que aseguran ella los entregaba a los curas pederastas, incluso que participaba en las violaciones.
La monja de 42 años llegó a Mendoza y aunque se declaró inocente quedó imputada como partícipe en los abusos a menores hipoacúsicos denunciados en el Instituto Antonio Próvolo de Luján.
Un adolescente, que actualmente tiene 17 años, dijo haber sufrido abusos de parte del cura Horacio Corbacho, detenido en la cárcel mendocina, cuando tenía 5 años y asistía al instituto Próvolo y acusó a Kumiko de haberla entregado.
Además otras víctimas la señalan como partícipe y cómplice de los abusos sexuales cometidos contra alumnos sordos del Instituto Próvolo de Luján de Cuyo.
La monja japonesa Kosaka Kumiko nació en Japón, pero llegó a la Argentina en 1977 junto con su familia y fue en el año 2000 que adquirió los hábitos para después trabajar en varias instituciones religiosas de Argentina.
Tras dar un testimonio de casi diez horas, la monja japonesa Kosaka Kumiko, fue enviada a la unidad penitenciaria de Agua de las Avispas, donde tendrá custodia permanente.
Con información del periódico La Capital