México, D.F.-
Las misiones de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) encontraron presencia de agua en cometas, asteroides y planetas, sin embargo, la existencia del vital líquido es tan solo una pieza en la búsqueda continua de lugares habitables así como de la vida fuera de la Tierra.
Los astrónomos creen que las atmósferas y el interior de los cuatro planetas gigantes de nuestro sistema solar: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno contienen grandes cantidades de agua líquida y muchos más tienen agua en forma de vapor o hielo.
Así los mundos de agua más sorprendentes se encuentran en las cinco lunas heladas de Júpiter y Saturno, pues hay evidencia de océanos bajo su superficie, destacó en un comunicado el organismo.
El Telescopio Espacial Hubble evidenció hace poco que el satélite más grande de Júpiter, Ganímedes, tiene un océano de agua salada debajo de su superficie, probablemente entre dos capas de hielo.
En tanto, las otras lunas de Júpiter, Europa y Encelado, tienen un océano de agua líquida que tiene contacto con rocas con gran cantidad de minerales y pueden contener además elementos químicos esenciales para los procesos biológicos y fuentes de energía.
Por otro lado, el robot Curiosity halló en Marte evidencias de que el planeta rojo tuvo agua en su superficie en tiempos remotos y descubrió condiciones favorables para la vida.
“La comprensión de la distribución del agua en nuestro sistema solar nos dice mucho acerca de cómo los planetas, las lunas, los cometas y otros cuerpos formaron el disco de gas y polvo que rodeaba a nuestro sol hace 4.5 mil millones de años”, indicó la NASA.
Con el estudio de los exoplanetas, es decir planetas que orbitan en otras estrellas o fuera de nuestro sistema solar, aumenta la posibilidad de encontrar otros mundos ricos en agua como el nuestro.
Y es que cada estrella tiene una zona habitable o un rango de distancias a su alrededor en el que las temperaturas no son ni demasiado calientes ni demasiado frías para que exista agua líquida.
Por ello, la misión Kepler busca planetas en la zona habitable alrededor de muchos tipos de estrellas y los resultados confirman que los tamaños de planetas más comunes son mundos apenas un poco más grandes que la Tierra.
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