Bruselas, Bélgica.-
La Unión Europea (UE) y Gran Bretaña concluyeron la quinta ronda de negociaciones para la salida de Londres del bloque, mostrando incapacidad de superar el impasse en el que se encuentran las conversaciones.
Michel Barnier, jefe negociador comunitario, dijo que a pesar del “espíritu constructivo” en el que se celebraron las pláticas, “no hemos dado pasos hacia adelante”.
Ante la falta de progreso, precisó que no solicitará a los líderes de la Unión, que se reunirán los días 19 y 20 en la capital europea, ampliar el mandato para iniciar pláticas sobre las futuras relaciones bilaterales.
Subrayó que no hay condiciones para pasar a la segunda fase del proceso. Insistió en que no es posible hablar del futuro acuerdo hasta no alcanzar resultados concretos sobre tres temas esenciales: derechos de los ciudadanos afectados por el Brexit, la factura de divorcio y la situación de la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
El francés calificó de “muy inquietante” el que no haya movimiento en la bancada británica sobre el monto que está dispuesto a pagar como factura del Brexit, aun cuando la primera ministra, Theresa May, dijo el mes pasado en Florencia que su país
asumiría sus responsabilidades.
Las estimaciones iniciales sobre el monto que debería cubrir como parte de las obligaciones asumidas como socio del bloque, han oscilado entre los 600 mil y 100 mil millones de euros. “Deben saldar las cuentas, estamos en punto muerto”, reconoció Barnier.
Por su parte, el ministro británico para la salida del Reino Unido, David Davis, mostró una postura más optimista. Durante su intervención ante los medios, enumeró avances en distintas áreas, al tiempo que hizo un llamado a los líderes europeos para que den luz verde a las conversaciones sobre el próximo acuerdo comercial.
Reino Unido tiene previsto abandonar el bloque el 29 de marzo del 2019, pero la probabilidad de no alcanzar un acuerdo está aumentando ante las marcadas diferencias y la falta de flexibilidad entre las partes.
Barnier afirmó que “será un acuerdo muy malo el no tener acuerdo, pero estaremos listos para enfrentar cualquier imprevisto”.
Davis también reconoció que el Gobierno británico se está preparando para todos los escenarios.
La quinta ronda tuvo lugar en medio de versiones de que la administración May está evaluando la posible adhesión del Reino Unido al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), para contener los posibles daños causados por una eventual ruptura con la Unión Europea, principal socio comercial de los británicos, al ser destino de casi la mitad de las ventas al exterior. En solitario, Estados Unidos ocupa la primera posición, concentrando 14% de las exportaciones británicas. Por la parte de México, alrededor del 1% de las exportaciones son destinadas al Reino Unido.