Washington, D.C.-
Las negociaciones entre Irán y las naciones del grupo P5+1 encabezadas por Estados Unidos en torno al programa nuclear podrían extender más allá del plazo acordado que vence este martes, informó hoy la Casa Blanca.
“Si es necesario, si las conversaciones continúan siendo productivas, es posible que las pláticas pudieran continuar hasta mañana”, dijo el vocero presidencial Josh Earnest, insistiendo que la fecha límite establecida por ambas partes no es inflexible.
En Suiza, los prospectos de anunciar un acuerdo antes de la medianoche de este martes parecían distantes después que el ministro de exteriores de Rusia, Sergei Lavrov abandonó Lausana y las partes mantenían posturas divergentes.
Teherán quiere que las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea sean levantadas de manera inmediata, pero Estados Unidos y sus aliados insisten en un proceso gradual.
De igual forma Irán demanda garantías de que no se impondrán nuevas sanciones tras la firma del acuerdo, en tanto que el P5+1 favorecen la creación de un sistema que las restaure automáticamente si Teherán lo viola.
El gobierno del presidente Hazzan Rouhani busca que una vez pasado los 10 años del eventual acuerdo Irán pueda recuperar su derecho a desarrollar su programa nuclear como otro país, contrario a la postura de su contraparte para que este proceso sea igualmente gradual.
Finalmente Irán desea mantener las reservas de uranio enriquecido dentro de su territorio y no trasladarlas a Rusia como lo demanda el P5+1, que insiste que sólo así podrá haber una vigilancia efectiva por parte de la comunidad internacional.
Cuestionado sobre los alcances del acuerdo, Earnest insistió que la posición de su gobierno es no aceptar un acuerdo que vaya contra sus intereses.
“No tener un acuerdo es preferible a un mal acuerdo, lo que quiere decir que el presidente está preparado para dejar la mesa de negociaciones antes que firmarlo”, dijo.
El torno a la respuesta de Estados Unidos ante un eventual fracaso después de 18 meses de negociaciones, Earnest evitó adelantar pasos, aunque dejó en claro que la opción militar “ha estado sobre la mesa y lo continua estando”.
Empero reiteró que la apuesta de la administración Obama a lograr una salida diplomática “porque seria más efectiva” en resolver las preocupaciones de la comunidad internacional sobre la posibilidad de que el programa nuclear iraní tengan aplicaciones militares.
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