Madrid, Esp. / Febrero 17.-
El embajador de México en España, Jorge Zermeño Infante, advirtió hoy que ninguna nación puede eludir el deber de sancionar a quienes atentan contra los ciudadanos, y el secuestro es un delito que en México es catalogado como grave.
En un artículo de opinión en el diario español ABC, Zermeño se refirió al caso de Florence Cassez y declaró: “Tengo plena certeza de que a México le asiste la razón. Las víctimas del secuestro no pueden esperar menos de un Estado democrático”.
Indicó que quienes perpetran un secuestro no sólo privan a sus víctimas del derecho fundamental de la libertad. A ese delito “lo acompañan casi siempre la tortura física y psicológica, y es un hecho que lastima sensiblemente a la sociedad”, añadió.
El diplomático recordó que la ciudadana francesa Florence Cassez fue acusada en México de haber colaborado en delitos de secuestro contra ciudadanos mexicanos, y purga por ello una condena de 60 años de prisión, dictada por tribunales diferentes formados por jueces de distinta extracción.
Agregó que todas las instancias jurídicas sustentaron su decisión en las pruebas aportadas y, sobre todo, en el testimonio de las víctimas.
Expuso que en el acta de la sentencia final, los jueces subrayaron no haber tomado en cuenta para su determinación un polémico video de la detención, al contrario de lo que aún argumenta la defensa de Cassez.
No obstante, los magistrados consideraron como sustantivo el hecho de que los testigos y las víctimas confirmaron la participación de la ciudadana francesa en la comisión de los delitos.
De hecho, dijo, Florence Cassez vivía en la casa donde permanecían varios de los secuestrados y que era, además, su domicilio legal. “No hay, por tanto, espacio para la interpretación o la polémica”, enfatizó.
Indicó que en 2009 México anunció la imposibilidad para el traslado de Cassez a Francia, al amparo de la Convención de Estrasburgo, en primer lugar porque los dos países deben estar de acuerdo para aplicarla.
En segundo término, porque Francia introdujo una reserva a dicha Convención en el sentido de que si el reo regresara a su país, se le aplicaría una pena carcelaria conforme a la legislación francesa.
Zermeño subrayó que esto se traduce en que Florence Cassez, en el momento de regresar a Francia, podría quedar en libertad en un número menor de años e inclusive, ser indultada.
“Es claro que una decisión de esa naturaleza sería, sin lugar a dudas, una enorme injusticia hacia las víctimas de ese deleznable delito”, recalcó.
Puntualizó que México es un país que avanza en la construcción de la democracia, y no hay democracia sin Estado de derecho. “En esta tarea México trabaja con determinación, sorteando muchos obstáculos y los desafíos propios de un país en desarrollo. No es una tarea fácil, pero en democracia es irrenunciable”, abundó.
El embajador de México lamentó que a raíz de la sentencia definitiva, el gobierno francés haya vinculado un caso del orden estrictamente penal con las relaciones entre México y el país europeo, dos naciones que han mantenido una larga historia de amistad y una profunda afinidad de valores.
Recordó que hace sólo unos días, México y Francia presentaron el que habría de ser el programa más ambicioso de promoción cultural de un país en otro.
Más de 300 actividades conformaban el mosaico más rico del potencial de una civilización milenaria y “El Año de México en Francia” buscaba acercar a los franceses a México, añadió.
Ahora, expuso, este ambicioso proyecto cultural ha sido suspendido ante la intención de las autoridades francesas de convertir cada evento en un homenaje a Cassez, violentando el espíritu con el que fue originalmente concebido.
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