CD. DEL VATICANO.- El Papa Francisco denunció hoy el acaparamiento de tierras por parte de multinacionales y Estados en los países pobres, y recomendó apoyar la agricultura familiar de subsistencia, durante un encuentro con una delegación de la FAO.
“El acaparamiento de las tierras de cultivo por empresas multinacionales y Estados preocupa cada vez más. No sólo priva a los agricultores de un bien esencial, sino que afecta directamente la soberanía de los Estados. En numerosas regiones, los productos alimentarios parten al extranjero y la población local se empobrece doblemente porque no tiene ni alimentos ni tierra”, declaró el papa.
El pontífice se refirió a una situación que se da con frecuencia en África, donde países como China explotan extensas regiones para exportar los productos alimenticios hacia su propio mercado.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) debe “reforzar los proyectos a favor de empresas familiares y estimular a los Estados para que regulen de forma justa el uso y la propiedad de la tierra”, insistió Francisco, denunciando el hecho de que “en numerosos países, las mujeres no pueden poseer las tierras que explotan”.
Con palabras que anuncian su esperada encíclica sobre ecología humana “Laudato si”, que se publicará el 18 de junio, el papa argentino mencionó la necesidad de educar para “una alimentación correcta”, y habló del despilfarro alimentario que concierne “un tercio de los alimentos producidos” y del “uso no alimenticio de productos agrícolas, para la alimentación animal y la producción de biocarburantes”.
Se necesita un gran compromiso de la comunidad internacional, según el pontífice, para “modificar los estilos de vida”.
“La sobriedad no se opone al desarrollo, se convirtió en su condición”, afirmó.
El Papa recibía en el Vaticano a los participantes de la 39 sesión de la Conferencia de la FAO, que se celebra en Roma.
“En el sur la producción local se substituye por productos procedentes del extranjeros, incluso con apoyos. Las ayudas de emergencia no bastan y no siempre acaban en buenas manos. Así se crea una dependencia respecto a los grandes productores”, dijo el Papa Francisco