Quito, Ecuador.-
A tres días de la llegada del Papa Francisco a Ecuador, centenares de oficialistas y opositores se manifiestan en Quito tras la advertencia del presidente Rafael Correa, blanco hace un mes de protestas, sobre la existencia de planes “golpistas”.
Los adversarios que exigen la salida de Correa del poder en rechazo a sus políticas, marchaban en calma hacia el centro de la capital, donde seguidores del gobierno se concentran frente a la sede presidencial.
La policía ubicó barreras de efectivos con escudos para impedir enfrentamientos entre los bandos.
La protesta es encabezada por sindicatos, indígenas y organizaciones políticas que se movilizan al grito de “¡Fuera Correa, Fuera!”, observaron periodistas de la AFP.
El miércoles el mandatario alertó que el gobierno tenía “claros indicios” de que “golpistas” intentarían tomar el palacio presidencial y convocó a sus seguidores a “repletar” la plaza de la Independencia de forma simultánea con las manifestaciones.
El dirigente sindical Mesías Tatamuez, quien participa en las marchas, negó que las protestas estén encaminadas a propiciar un golpe contra Correa.
Este acto de rechazo estaba “planificado y no es para ir a sacarlo al presidente. Yo creo que el presidente está nervioso”, dijo Tatamuez.
El nuevo pulso entre el gobierno y la dispersa oposición caldeó el ambiente en vísperas del aterrizaje del Papa Francisco el domingo en Quito. El sumo pontífice estará en Ecuador hasta el miércoles antes de continuar su periplo por Bolivia y Paraguay.
No obstante, la iglesia Católica descartó más temprano que las manifestaciones puedan alterar la visita del Papa argentino, y llamó a las partes a manifestarse sin violencia.
Un sector de los manifestantes contra Correa descartó este jueves la convocatoria de nuevas marchas durante la visita del máximo líder de los católicos.
“El Papa será bienvenido al Ecuador y no habrá ninguna movilización los días que va a estar” aquí, sostuvo Tatamuez a la prensa.
En el poder desde 2007, Correa enfrenta desde hace casi un mes frecuentes protestas que exigen su salida del poder en rechazo a sus políticas y su estilo de gobierno, que tildan de prepotente.
Las movilizaciones tuvieron como detonante iniciativas para elevar impuestos a las herencias y a la plusvalía, pero devinieron en una crítica generalizada al gobierno.
El mandatario ha vinculado las manifestaciones con una “conspiración en marcha” para sacarlo del poder.
Acosado por las protestas, Correa resolvió suspender temporalmente el trámite legislativo de los dos proyectos – que según él afectará a menos del 2% de la población – para preservar el ambiente de paz durante la visita del Papa.
“Hemos recibido agresiones, insultos, vejámenes. Responderemos con paz, con alegría, pero con firmeza”, dijo el presidente el jueves a través de su cuenta de Twitter.
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