Washington, D.C.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este viernes la suspensión inmediata de las deportaciones de jóvenes hijos de indocumentados que tengan menos de 30 años, que hayan llegado antes de los 16 y no tengan un historial criminal.
La interrupción de las detenciones y deportaciones —mediante una medida administrativa conocida como sistema de acciones diferidas—, beneficiará en principio a entre 800 mil y un millón de jóvenes, según cifras de la administración Obama.
Pero el número de beneficiados podría alcanzar el millón y medio de hijos de indocumentados, según los cálculos que divulgó este viernes el Pew Hispanic Center, uno de los más importantes observatorios de la inmigración indocumentada en el país.
“Quiero ser muy claro. Esta no es una amnistía, ni una suerte de inmunidad. Esta no es tampoco una vía a la ciudadanía. No es una solución permanente”, dijo el presidente.
El virtual candidato del Partido Republicano a la presidencia, Mitt Romney, lamentó que Obama haya optado por una orden ejecutiva en lugar de buscar una “solución” de largo plazo. Centenares de jóvenes indocumentados salieron a las calles de Los Ángeles, Nueva York y Washington, DC, para celebrar con el grito de “¡Sí se pudo!” la decisión.
El presidente Felipe Calderón tuiteó: “Bienvenida decisión de @BarackObama de no deportar jóvenes indocumentados que cumplan requisitos. Justo reconocimiento a sus contribuciones”. La SRE también celebró la decisión, pero insistió en alcanzar una reforma migratoria integral en Estados Unidos.
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