Washington, D.C.-
El presidente estadounidense Barack Obama resaltó hoy la crisis de confianza ante la policía, tras la decisión de un gran jurado en Nueva York de no encausar a un policía blanco por el asesinato de un afroestadounidense.
Aunque Obama evitó referirse a los detalles del caso de Eric Garner, señaló que volvió a poner en relieve la persistente crisis de confianza entre la policía y algunas comunidades de Estados Unidos.
El mandatario indicó que este incidente “habla de un tema mayor al que nos hemos referido la semana pasada, el mes pasado, el año pasado, y por desgracia por décadas, y es algo que preocupa en parte a muchas comunidades de minorías”.
En el marco de un evento en la Casa Blanca sobre tribus indígenas, Obama dijo que el punto central es la noción de que no todos son tratados de manera equitativa bajo la ley.
“Quiero que cada uno de los presentes aquí como quienes vean este discurso sepan que no vamos a descansar hasta que no veamos un fortalecimiento de la confianza, un fortalecimiento de la rendición de cuentas que hay entre nuestras comunidades y las policías”, apuntó.
Un video mostró al policía Daniel Pantaleo someter por el cuello a Garner para derribarlo con la ayuda de otros oficiales, ignorando las repetidas quejas del hombre de más de dos metros de altura y 159 kilogramos de peso de que no podía respirar.
A pesar que el Servicio Forense de Nueva York dictaminó la muerte de Garner como homicidio, el gran jurado decidió no encausar al oficial.
El fallo se dio nueve días después que un gran jurado en Ferguson, Misuri, decidió no encausar al policía blanco Darren Wilson por la muerte del joven afroestadounidense Michel Brown.
Obama reconoció que las policías enfrentan una tarea difícil para combatir el crimen pero este sólo podrá se conducido de manera exitosa si todos tienen confianza en el sistema judicial.
“Por desgracia ahora hemos visto muchas instancias en que la gente no tiene confianza de que son tratados de manera justa, y en algunos casos existen percepciones equivocadas pero en algunos casos esto es una realidad”, apuntó.
Sin embargo, aseveró que este es un fenómeno que incumbe a los estadounidenses, sin importar raza o religión, y no se trata de un problema de los afroestadounidenses, los indígenas o los hispanos.
“Cuando cualquier persona en este país no está siendo tratado de manera equitativa bajo la ley, eso es un problema y es mi trabajo como presidente resolverlo”, asentó.
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