Ciudad del Vaticano / Octubre 13.-
El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como la “banca vaticana”, pidió a un tribunal de Roma la liberación de unos 23 millones de euros (30 millones de dólares) incautados por un supuesto caso de lavado de capitales.
La solicitud la presentó el abogado Vincenzo Scordamaglia, defensor del presidente del IOR, Ettore Gotti Tedeschi, y del director general, Paolo Cipriani, investigados por una aún no comprobada violación de la normativa contra el lavado de dinero.
El tribunal del re-examen de Roma deberá decidir en los próximos días si acepta la petición y quita el bloqueo preventivo de la cifra, ordenado el 21 de septiembre pasado por la juez de investigaciones preliminares de la fiscalía romana, María Teresa Covatta.
Para el defensor de los funcionarios del IOR la medida es “ilegítima” porque se basa en una hipótesis de reciclaje la cual no habría sido demostrada porque el lavado presupone que el dinero provenga de un delito.
El representante legal argumentó que los 23 millones de euros en cuestión estaban depositados desde hace varios años, con otros recursos, en el Banco de Crédito Artigiano de Italia.
La falta de información sobre el destinatario y la causa de la transferencia de esa cantidad reportada por el Crédito Artigiano desató el procedimiento jurídico en contra del IOR luego que la anomalía fue informada por la Banca de Italia a la magistratura de Roma.
De hecho el 15 de septiembre la unidad de información financiera de la Banca de Italia emitió un aviso por considerar “sospechosa” esa transacción, lo que derivó en el bloqueo del capital.
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