Estados Unidos / Nov. 4
El candidato demócrata, Barack Obama, es el claro favorito para suceder a George Bush en el poder según todas las encuestas. Sin embargo, la cuestión racial puede resultar sorpresiva a última hora.
El “efecto Bradley” se refiere a Tom Bradley, un afroamericano que era considerado por encuestas como el virtual ganador de las elecciones para gobernador de California en 1982 por el partido demócrata, pero perdió de manera sorpresiva por un cerrado margen ante George Deukmejian. Fue la contienda más cerrada de la historia del estado más poblado de los Estados Unidos.
En esa ocasión ocurrió un fenómeno que algunos especialistas no descartan para la votación de hoy. En los comicios estaduales de California hubo electores blancos que en los sondeos daban su voto por Bradley, pero al votar cambiaron de parecer aquejados por ideas racistas. Al parecer, los votantes blancos no se animaron a decir que no iban a votar al candidato negro para no ser tildados de “racistas”.
Las encuestas favorecían a Bradley con ocho puntos más que su oponente, algo parecido a lo que ocurre en la actualidad con Barack Obama y John McCain, su adversario republicano.
En la interna demócrata, Obama sufrió una desagradable derrota ante Hillary Clinton en la interna demócrata en New Hampshire, pese a que el afroamericano llevaba varios puntos de ventaja en los sondeos. Si bien tiene apenas 4 grandes electores, ese estado del noreste de los EEUU es impredecible y podría ser decisivo en función de los resultados que se produzcan en otros estados.
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