Madrid, España.-
El movimiento 15-M realizó una cacerolada como parte de las actividades iniciadas el sábado pasado para celebrar su primer aniversario, las cuales concluirán hoy con una gran asamblea en la Puerta del Sol, epicentro del movimiento.
Tras haberse realizado diversas asambleas en otras plazas para tratar temas específicos, los diferentes grupos llegaron a la Puerta del Sol bajo el grito: “Estas son nuestras armas”, en referencia a las cacerolas que llevaron para protestar.
Algunas voces recordaron que la cacerolada se convirtió en un símbolo de las voces en contra de la gestión de los gobiernos en las crisis económicas, y por ello algunos habían propuesto continuarla en el exterior del edificio de la Bolsa de Madrid.
Por casi una hora, los “indignados” hicieron sonar sus cacerolas al tiempo que gritaban consignas como la conocida “¡No nos representan!”, dirigida a la clase política.
“Cumplimos un año. Un año de ver cómo las condiciones de vida de la mayoría de las personas empeoraban, cómo los servicios públicos se privatizaban, cómo la reforma laboral acentuaba la precariedad y ver cómo todo esto sirve para que la economía siga su camino a la destrucción”, leyó un portavoz.
Tras la cacerolada, los miles de manifestantes se juntaron para iniciar la última asamblea programada de las cuatro jornadas de aniversario, y muchos de ellos aprovecharon para cantar el “Cumpleaños feliz” al movimiento y sus integrantes.
La asamblea final abordará diversos asuntos tratados en las realizadas en los días pasados, principalmente los temas económicos, pero también aspectos en los que el 15-M tiene un papel protagonista como la campaña contra los embargos de viviendas.
Además, los “indignados” han dialogado sobre los recortes en la educación y la sanidad pública, la represión policial y las detenciones que han sufrido estos días al ser desalojados de la Puerta del Sol, entre otros temas.
Las movilizaciones deberían finalizar alrededor de las 22:00 horas locales (20:00 GMT), según la Delegación del Gobierno español en Madrid, aunque los convocantes han anunciado que permanecerán en la plaza hasta la medianoche.
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