Washington, D.C.-
El director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, apoyó la actuación de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y dijo que la recolección de información de líderes foráneos es un “principio elemental” de esas agencias.
“Todo el tiempo que he estado en el negocio de la inteligencia, hace 50 años, las intenciones de los líderes, en cualquier forma que se expresen, son un principio elemental de lo que recolectamos y analizamos”, señaló el funcionario.
“Una de las cosas que aprendí en la escuela en 1963 es que esto es un hecho fundamental en el negocio de inteligencia, no importa a qué nivel. Pueden ser líderes militares también”, abundó Clapper al comparecer ante el Comité Selecto de Inteligencia de la cámara baja.
Cuestionado por el presidente del panel, el republicano Mike Rogers, sobre si los gobiernos aliados de Estados Unidos han efectuado actos de espionaje sobre los líderes de este país o los servicios de inteligencia, Clapper respondió: “Absolutamente”.
La víspera, la influyente senadora demócrata por California, Dianne Feinstein, manifestó sin embargo su oposición a los programas de espionaje de Estados Unidos sobre líderes de países aliados como México, Francia, España y Alemania.
“En relación con el acopio de información de inteligencia de líderes de aliados de Estados Unidos, incluidos Francia, España, México y Alemania, lo digo inequívocamente: estoy totalmente opuesta”, afirmó la presidenta del Comité Selecto de Inteligencia del Senado.
Legisladores estadounidenses coinciden en que Estados Unidos debe tratar de reparar sus relaciones con naciones a las que ha espiado como Alemania, Francia y México, y definir como inapropiado espiar contra países aliados.
El ex director Nacional de Inteligencia, John Dimitri Negroponte, propuso esta semana a la administración del presidente Barack Obama evaluar la posibilidad de excluir a un grupo selecto de países aliados de la lista de blancos de espionaje.
Estados Unidos mantiene desde la Segunda Guerra Mundial el llamado acuerdo de los “Cinco Ojos” con otros cuatro países de habla inglesa (Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelandia) para compartir información y evitar espiarse entre ellos.
En este marco, legisladores estadounidenses se preparan para presentar iniciativas de ley cuyo fin es reformar las atribuciones de agencias de inteligencia como la NSA.
Un proyecto de ley patrocinado por la senadora Feinstein busca incrementar la transparencia y rendición de cuentas, incluido limitar el acceso a los bancos de datos de llamadas y sólo permitir vigilancia de personas asociadas al terrorismo.
En paralelo, una iniciativa del presidente del Comité Judicial, Patrick Leahy, busca poner fin a la recolección masiva de información, a menos que el gobierno federal certifique ante una corte que el caso está relacionado a una investigación de terrorismo.
Entre las exigencias de la iniciativa figura tener una orden judicial específica para conocer el contenido de las llamadas telefónicas o correos electrónicos de estadounidenses.
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