Roma, Italia.-
En lo sucedido en las veladas de Silvio Berlusconi hubo “desmesura, abuso de poder y degradación”, reconoció hoy el representante artístico Lele Mora, acusado de inducción a la prostitución por reclutar mujeres para el ex primer ministro italiano.
“Ha habido desmesura, abuso de poder y degradación, tres palabras que he leído en los periódicos y que comparto”, declaró Mora ante los magistrados que lo juzgan al lado del periodista Emilio Fede y de la ex consejera regional del partido de Berlusconi, Nicole Minetti.
Pero el representante artístico, que en el pasado estaba en grado de lanzar al estrellato o hundir a figuras del espectáculo, aclaró que él sólo fue “un participante pasivo” del entramado del expremier.
“Es cierto, participé en las fiestas de Silvio Berlusconi en Arcore (Milán, donde está la principal residencia de Il Cavaliere), es cierto, llevé a algunas de las muchachas y es cierto también que recibí un préstamo de Berlusconi a través de Emilio Fede que habría salvado mi empresa”, reconoció.
Sin embargo, aseguró, “nunca quise condicionar a las muchachas, no juzgué sus comportamientos y nunca orienté sus conductas por la fuerza”.
Mora, quien compareció ante el Tribunal de Milán en una audiencia del juicio en el que es imputado al lado de Fede y Minetti, leyó un documento escrito en el que dijo respetar las actividades de indagación de la fiscalía.
Afirmó que el reciente periodo transcurrido en la cárcel por quiebra fraudulenta de su sociedad le permitió “pensar largamente” sobre el “Caso Ruby” en el que se ha visto involucrado.
“Quiero pedir disculpas a todos. La cárcel te obliga a momentos de reflexión de la vida y yo quiero salir de esta tormenta infernal que me ha quitado la luz”, aseveró.
“Hoy no quiero comer más alimentos descompuestos, ni ofrecerlos a mis amigos, no quiero entrar en la sustancia de los hechos y dejo a mis defensores la tarea de aclarar las cosas”, agregó.
Sin embargo, a la salida del Tribunal, Mora se desdijo ante los periodistas de algunas de sus declaraciones hechas ante los jueces.
“En Arcore no hubo nada malo, la amistad no es una cosa que alguien te da, sino que se elige. Elegí tener un amigo como Berlusconi que creo que aún lo es y al que respeto. Estoy orgulloso de ir a cenar con él si me invita. No es uno que hace prostituir a la gente”, afirmó.
El lunes pasado el Tribunal de Milán condenó a Berlusconi a siete años de cárcel y a la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos por abuso de poder y prostitución de menor en su relación con la marroquí Karima El Mahroug, alias Ruby.
Sus abogados anunciaron que impugnarán la sentencia ante el Tribunal de Apelaciones, aunque el veredicto será definitivo hasta el juicio de tercera instancia, que corresponderá a la Corte Suprema.
Mora, Fede y Minetti son juzgados en un proceso paralelo por el delito de inducción a la prostitución pues habrían llevado a Ruby y a decenas de mujeres a las fiestas del “bunga bunga” (orgías) del llamado Il Cavaliere.
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