Nueva York, E.U.- Mónica Lewinsky, la ex becaria de la Casa Blanca que tuvo un romance con el presidente Bill Clinton en 1998, regresó a la escena pública ayer con su primer discurso en 13 años en una campaña contra el acoso.
En una emotiva intervención durante la inauguración de la cumbre “Under 30” de la revista Forbes en Filadelfia, la mujer de 41 años anunció una campaña contra el acoso en línea, del cual se considera una de las primeras víctimas luego de que se “enamoró” de Clinton.
“Fui la paciente cero. La primera persona en tener su reputación completamente destruida a nivel mundial vía internet”, comentó.
“Entonces no había Facebook, Twitter o Instagram. Pero hubo chismes, noticias y sitios web de entretenimiento repletos de secciones con comentarios y correos electrónicos que eran reenviados”, observó.
En esa época, la ex becaria sintió vergüenza, depresión y tuvo pensamientos suicidas después de que el escándalo sexual con el presidente reventó, según relató.
“Mirando la pantalla de un computador, yo pasaba el día gritando: ¡Dios mío! o no puedo creer que pusieron eso. Esos eran los únicos pensamientos que interrumpían un mantra en mi cabeza: Quiero morir”, confesó.
Lewinsky aseguró que el suicidio de un estudiante de 18 años en New Jersey, víctima de acoso cibernético luego de haber sido filmado en secreto besando a otro hombre, la motivó a iniciar su campaña contra este delito.
“Después de haber sobrevivido, lo que quiero hacer ahora es ayudar a otras víctimas que sobreviven al juego de la vergüenza” afirmó.
La ex becaria de la Casa Blanca también abrió este lunes una cuenta en Twitter presentándose como una “activista social”, que colabora con la revista Vanity Fair y tiene una pasión por el tejido de punto.
“#AquiVamos”, escribió escuetamente en su primer tuit @MonicaLewinsky, quien en cuestión de horas ya sumaba 18 mil seguidores.
Después de años lejos de la vida pública, Lewinsky rompió su silencio en mayo pasado en una entrevista a Vanity Fair, en la que afirmó que ya es “tiempo de dar vuelta la página”.
Lewinsky confiesa arrepentirse “profundamente” de lo que sucedió entre el presidente y ella.
En agosto de 1998, el presidente Clinton tuvo que admitir públicamente, ante un gran jurado, que había tenido una “relación inconveniente” con su joven becaria.
Su esposa Hillary Clinton, probable candidata a las presidenciales de 2016, afirmó que su impresión cuando trató con Lewinsky fue que era una “narcisista frívola”.