Los estragos del huracán “Dolly” se hacen presentes en la Isla del Padre, a dos días de que fue reabierto este centro turístico del sur de Texas.
Los restaurantes y hoteles son los principales ramos afectados, pues los embates del agua y la falta de energía eléctrica mantienen cerradas las puertas de los más tradicionales negocios de este tipo. Por ejemplo, los hoteles Radisson y Sheraton, dos de los más grandes de la Isla, reabrirán sus puertas hasta dentro de tres meses.
Tiendas de ropa y artículos acuáticos resienten una baja hasta del 80 por ciento en la clientela, pero a decir de sus propietarios esperan que este fin de semana los números mejoren.
En la zona sur de este centro vacacional se trabaja a marchas forzadas, los contratistas han visto incrementado su trabajo hasta en un cien por ciento, especialmente en lo que se refiere a instalaciones eléctricas, plomería y carpintería, mientras que en las calles todavía se ven anuncios derribados, vidrios rotos y basura amontonada en las esquinas a la espera de ser retirada.
No obstante, el ambiente turístico va retomando fuerza, sobre todo en la zona de la playa, que no sufrió daños e inclusive quedó más limpia después del paso del meteoro.
Visitantes del Medio Oeste, de la zona norte de Texas y de Monterrey que fueron entrevistados mientras se divertían en la arena se dijeron sorprendidos por las buenas condiciones en que encontraron la Isla, pues salvo los inconvenientes antes mencionados, el sol, la arena y el mar se encuentran en condiciones inmejorables.
Por otra parte, los negocios de Puerto Isabel, el poblado colindante con la Isla del Padre, se han visto beneficiados porque ahí es donde acuden a hospedarse y a comer un buen número de visitantes y residentes del centro turístico, mientras esperan que las actividades se normalicen.
Discussion about this post