PARIS, FRANCIA.- Rusia afirmó este viernes que bombardeó Raqa, bastión del grupo Estado Islámico (EI) en Siria, en momentos en que el presidente Vladimir Putin afronta crecientes críticas de Estados Unidos y sus aliados sobre los blancos de los bombardeos rusos.
El ministerio ruso de Defensa indicó que aviones Sujoi 34 bombardearon en particular “un puesto de mando camuflado en Kasrat Faraj, al sudoeste de Raqa”, poco antes de que Putin se reuniera en París con el presidente francés François Hollande y la canciller alemana Angela Merkel.
“Los ataques rusos llegaron el jueves por la noche hasta los suburbios del oeste de la ciudad de Raqa y la región donde se encuentra el aeropuerto militar de Tabqa, más al sudoeste, matando a por lo menos 12 yihadistas”, confirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Este anuncio se produce en momentos en que Estados Unidos y sus aliados acusan a Rusia de atacar sobre todo a los opositores del presidente Bashar al Asad en zonas en las que EI está poco presente. Moscú, por su parte, afirma que lucha contra EI y “todos los otros grupos terroristas”.
Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Catar, Arabia Saudita y Turquía endurecieron el viernes el tono respecto a la operación rusa en Siria, calificándola de “nueva escalada” que podría “atizar el extremismo” en ese país.
“Pedimos a Rusia que ponga fin inmediatamente a sus ataques contra la oposición y la población civil siria, y que concentre sus esfuerzos en el combate contra” el grupo Estado Islámico, escribieron los gobiernos de esos países en una declaración conjunta.
El viernes, Putin se reunió sucesivamente con Hollande y Merkel para evocar la crisis siria, antes de la cumbre consagrada a Ucrania.
Durante su reunión de una hora y cuarto, Putin y Hollande trataron “de acercar los puntos de vista sobre la transición política” en Siria, indicaron fuentes diplomáticas francesas.
Las potencias occidentales se declaran dispuestas a discutir sobre una solución política con miembros del régimen de Damasco, pero la supeditan a la partida de Asad, contrariamente a Rusia, que apoya al presidente sirio.
Pero los occidentales no reclaman ya, como lo hacían al principio de la crisis, una partida inmediata del presidente sirio. El 8 de septiembre, el presidente Hollande afirmó que esa cuestión se plantearía “en uno u otro momento” en el marco del proceso de transición.
Putin y Hollande procedieron a “intercambios profundos sobre la base de tres condiciones” planteadas por Francia: atacar al grupo Estado Islámico (EI) seguridad de los civiles y transición basada en los acuerdos de Ginebra, agregaron las fuentes.
TRES A CUATRO MESES
El conflicto sirio que estalló en 2011, de por sí muy complejo, ha dado un giro con la implicación de Rusia, que desde el miércoles realiza bombardeos en ese país.
Esta intervención rusa va a durar “tres a cuatro meses” y va a intensificarse, afirmó el viernes el presidente de la comisión de Asuntos Exteriores de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso), Alexei Puchkov.
Una coalición de unos 50 países liderada por Estados Unidos, en la que no participa Rusia, ha efectuado desde hace un año miles de bombardeos aéreos contra EI en Siria e Irak, sin acabar con la organización yihadista.
El cielo sirio está saturado por las misiones de la coalición, las incursiones de la aviación siria y ahora los operativos de los rusos, que han desplegado más de 50 aviones y helicópteros.
Con el fin precisamente de coordinarse y evitar incidentes entre sus aviaciones, Washington y Moscú mantuvieron el jueves por videoconferencia una primera reunión entre militares, indicó el Pentágono. Pero no se fijó “ninguna cita nueva”, según el Ministerio de Defensa estadounidense.
El secretario de Estado John Kerry dijo empero que habría otras discusiones militares ruso-estadounidenses “en los próximos días”.
Sorprendida por la acción rusa, la administración estadounidense demócrata se ha ganado las críticas de los republicanos. El senador John McCain acusó incluso a los rusos de haber bombardeado a rebeldes sirios formados por la CIA.
De hecho, un grupo apoyado por Washington, Suqur al Jabal, afirmó que fue atacado por misiles rusos.
Según una fuente siria de seguridad, los aviones de Moscú atacaron en Idleb y Hama al “Ejército de la conquista”, coalición que reúne al Frente Al Nosra (rama siria de Al Qaida) y grupos islamistas para combatir a la vez contra Damasco y EI.
En paralelo con su acción militar, Rusia ha repartido en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución antiterrorista que asociaría a Damasco a una coalición internacional ampliada contra los yihadistas.
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