Hidalgo, Tex.-
Será el calor, pero el día de ayer, agentes aduanales no estaban de buen humor.
Y es que los miles de visitantes mexicanos les dieron un trabajo extra para todos quienes normalmente laboran en los puentes internacionales.
Los rojos en los semáforos se notaron más constantes, además del lento paso de los vehículos, hizo que el puente de Hidalgo se notara saturado de regreso, sin contar que las barras funcionan de forma individual para dar el paso a un solo vehículo por semáforo.
Las filas parecían enternas para quienes regresaban de McAllen o de otra ciudad cercana a Reynosa.
También la gente que pasaba a pie por el puente, se quejaba del exceso de gente.
“Había mucha fila (de automóviles) antes de llegar a Hidalgo; ademas no pasaban las camionetas”, dijo una señora que acababa de hacer sus compras.
La falta de camionentas o taxis que los llevaban de McAllen a Hidalgo eran escasos.
Como fue día feriado, los reynosenses y visitantes aprovecharon para hacer algunas compras en la frontera y aprovechar las oferras como si fuera domingo.
Y DE IDA PEOR
– ¿A dónde va?-, cuestionó un agente norteamericano a un visitante.
– A Hidalgo.
– ¿Pero a dónde? ¡Dígame a dónde!
– Pues aquí a la tienda de dólar.
– ¡Pero usted debe decir a dónde va! A ver, ¡un paso atrás! ¿No le parece o qué?
– Yo sólo quiero ir a Hidalgo, es que hoy no se trabajó en México.
– A ver déme su cartera y todo lo que lleva en las bolsas.
– Sólo es mi celular y mi cartera…
Contestarle al tù por tú a los agentes norteamericanos puede costar al visitante que le retengan la visa, hasta su cancelación, debido a distrurbios, por lo que se recomienda guardar silencio.
Al final el visitante cuestionó “¿por qué nos tratan tan mal a los mexicanos?”, pero su pregunta era callada, porque de hacerla pública podría ocasionarle un problema con la visa.
“Es normal, los agentes tienen que revisar a todos”, respondió otro agente que portaba un arma corta y que vigilaba la entrada de los paseantes a Hidalgo.
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