Ginebra, Suiza.-
La catástrofe humanitaria en Siria se agrava con unos 13.5 millones de sirios que necesitan algún tipo de asistencia, incluidos al menos seis millones son niños, informó hoy la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA).
El portavoz de la OCHA, Jens Laerke, afirmó que el conflicto armado sirio se ha recrudecido y precisó que sólo en los últimos 10 meses el número de afectados aumentó en 1.2 millones de personas, mientras que el acceso humanitario “sigue siendo extremadamente limitado”.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que 4.5 millones de sirios viven en zonas de difícil acceso como resultado del conflicto activo, las frentes cambiantes, los obstáculos burocráticos y las condiciones impuestas por las partes.
Aunado a ello, 393 mil 700 personas viven en estado de sitio, por lo que hasta ahora, en 2015, “la ONU sólo ha sido capaz de alcanzar el 3.6 por ciento de ellas con asistencia de salud y sólo el 0.5 por ciento con alimentos cada mes”, destacó.
Según la ONU, unas 200 mil personas están en estado de sitio atrapadas por el grupo Estado Islámico (EI) en la ciudad de Deir-ez-Zor; mientras unas 181 mil 200 personas lo están por el gobierno sirio en varios lugares de las áreas de Ghutah, Darayya y Zabadani, en Damasco.
Pero también hay comunidades sitiadas por los grupos de oposición armados no estatales, como el Frente Nusrah, en Foah y Kefraya en la provincia de Idlib, donde sobreviven en condiciones muy difíciles unos 12 mil 500 sirios.
La ayuda llega a cuenta gotas, por una combinación de factores que se suman al conflicto como la “falta de garantías claras” de parte del gobierno, la falta de un paso seguro ofrecido por los grupos de oposición armados no estatales y la inseguridad, señaló.
Este año, la ONU presentó al gobierno sirio solicitudes para que autorizara la entrada de 85 convoyes con suministros, de los que sólo obtuvo permiso para 25.
Sin embargo, OCHA lamentó que sólo la mitad de ellos pudieron llevar la ayuda hasta las víctimas de la guerra que va en su quinto año y que ha cobrado la vida de al menos 250 mil personas.
El conflicto comenzó a mediados de marzo de 2011 a raíz de la represión perpetrada por el gobierno liderado por el presidente Bashar Al-Assad contra manifestaciones pacíficas que se oponían a su régimen.
En cinco años el conflicto se ha recrudecido, el gobierno ha perpetrado ataques con productos químicos y bombardeos contra civiles, muchos de los cuales podrían constituir crímenes contra la humanidad, según informes de la ONU.
El deterioro de la situación ha provocado el éxodo más cuantioso desde la Segunda Guerra Mundial con al menos 4.5 millones de refugiados en los países vecinos, millones de desplazados internos y oleadas de sirios que se aventuran al mar Mediterráneo intentando llegar a Europa.
Aunado a esto, la falta de una respuesta internacional ante la catástrofe humanitaria y la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU, han permitido al grupo EI que se adueñe de gran parte del territorio sirio y del norte de Irak, aterrorizando a la población.
Recientemente, Rusia -aliado incondicional del gobierno de Damasco- inició bombardeos contra el EI, pero observadores en el terreno han señalado que algunos de los ataques han ido dirigidos contra posiciones de la oposición “moderada” apoyada por Estados Unidos.
Esta situación se torna más compleja debido a que junto con Rusia, combatientes de Irán y Hezbolá luchan para defender al régimen de Al-Assad, en tanto que a Estados Unidos lo apoyan las potencias occidentales y Arabia Saudita.
Finalmente, en un esfuerzo por lograr una salida política los jefes de la diplomacia de los países implicados se encuentran este viernes en Viena, Austria, en negociaciones que esta vez no han sido auspiciadas directamente por la ONU.
Sin embargo, hace unos minutos se dio a conocer que el gobierno de Washington enviará a unos 50 miembros de sus fuerzas especiales para ayudar a la oposición y a los kurdos a luchar contra el EI dentro del territorio sirio.
Por el momento se desconoce cómo el anuncio de enviar “botas” estadunidenses al terreno sirio afectará las negociaciones de paz en Viena.