Washington, E.U.-
Una corte de apelaciones del sur de Estados Unidos ordenó ayer suspender una ejecución prevista para dos horas más tarde en Texas, que sería la primera desde que se registró la larga agonía de un condenado a muerte en Oklahoma, a fines de abril.
La ejecución de Robert James Campbell, que estaba programada mediante inyección letal a las 23:00 horas locales fue “suspendida” para demostrar o no la discapacidad mental que padece el condenado, según sus abogados, lo cual impediría condenarlo a muerte según lo establece la Constitución, señalaron los tres jueces del tribunal al dar a conocer su fallo.
“El informe judicial comprende los resultados de cuatro pruebas de inteligencia realizados durante varios periodos de la vida de Campbell, incluida su infancia, que indican una significativa deficiencia intelectual”, escribieron los jueces en su resolución.
“Es lamentable que estemos revisando ahora la evidencia de la incapacidad intelectual a último momento, justo antes de la prevista ejecución”, agregaron.
Texas “jamás reveló que poseía los resultados de tres pruebas de inteligencia que muestran que Campbell es un deficiente intelectual”, explicaron.
Por eso “Campbell y sus abogados no tuvieron la posibilidad de probar que no puede ser condenado a pena de muerte”, concluyeron.
Campbell fue condenado por el secuestro de una empleada de un banco en una gasolinera, su violación y muerte.
Los abogados de Campbell argumentan que la pena capital para retrasados mentales es inconstitucional.
Discussion about this post