Houston, Tex. / Febrero 10.-
La agencia federal que combate el contrabando de armas a los cárteles del narcotráfico en México defendió sus acciones luego de las recientes críticas por enfocarse sólo en traficantes de poca monta y no en los grandes grupos que los controlan.
El subtitular de la federal Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) anunció en Houston el regreso de una campaña para reducir la venta ilegal de armas que terminan en manos de los cárteles mexicanos.
La campaña, llamada ”No mientas por otro”, trata de detener las ”compras hormiga”, en las que diversos individuos adquieren las armas a nombre de otros.
El subdirector de la ATF, William Hoover, reconoció el miércoles que la campaña podría ser un ejemplo de los esfuerzos de la agencia, que fueron criticados el año pasado.
Un reporte del Departamento de Justicia señaló en noviembre que los agentes cierran los casos después de investigar sólo a los miembros de bajo rango en las redes del tráfico de armas.
El programa ”es otra herramienta en nuestra caja de herramientas que usamos para ayudar con esto. No es la única que usamos”, dijo Hoover en una entrevista. ”Vamos a hacer todo lo que podamos para detener el flujo de armas de Estados Unidos a México, y si hay que atrapar a los compradores hormiga uno por uno, eso es lo que haremos”.
Hoover dijo que la campaña ha ayudado a arrestar no únicamente a compradores individuales, sino a las organizaciones que los emplean.
La ATF sufrió el miércoles un revés en sus intentos por reforzar la supervisión sobre las armerías de la frontera sur, las cuales son proveedoras de fusiles de alto poder que son enviados de contrabando a México.
La ATF busca obligar a las armerías de California, Arizona, Nuevo México y Texas que informen cuando vendan al menos dos fusiles al mismo cliente en cinco días, una normativa similar a la que existe para las pistolas.
Con ese fin, la ATF había solicitado a la Casa Blanca que expidiera una orden de emergencia que le permitiera imponer la normativa sin someterla a consulta pública.
Pero la Casa Blanca rechazó la petición y afirmó que es necesario que la propuesta pase un periodo de revisión de tres meses, abierta al comentario del público.
La ATF podría lograr finalmente la puesta en marcha de su iniciativa, pero no en el plazo casi inmediato que se había propuesto.
Casi 35 mil personas han muerto en México desde que el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva nacional contra los cárteles de las drogas poco después de asumir el cargo en el 2006.
Las autoridades de ambos países afirman que muchas de las armas que usan los narcotraficantes mexicanos fueron movidas de contrabando desde Estados Unidos.
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