Washington, EU.-
Si hay algún político en Estados Unidos que sabe de la importancia de un voto es el exvicepresidente Al Gore. El que fuera lugarteniente de Bill Clinton en su paso por la Casa Blanca debutó este miércoles en la campaña electoral de este año con una defensa a ultranza de la importancia de ir a las urnas y no dar nada por sentado.
Gore fue el protagonista amargo de las elecciones del año 2000, cuando un puñado de votos en Florida —537, para ser exactos— le impidió ser presidente. Este martes, en ese estado, pidió a los demócratas que, a pesar de los buenos datos de las últimas encuestas y el caos que parece que vive la oposición republicana, no den por ganadas las elecciones.
“Su voto cuenta mucho, mucho, mucho. Me pueden considerar como una prueba de ello”, bromeó Gore, quien pasó gran parte de su discurso repitiendo su mensaje: el voto es importante, especialmente en los llamados “estados péndulo”, aquellos en los que se prevé una gran batalla, como es el caso de Florida.
“Las elecciones tienen consecuencias (…) su voto tiene consecuencias”, advirtió Gore, esperanzado de que dentro de unos años no sea Hillary la que hable ante una audiencia de electores reiterando la importancia de votar tras perder unas elecciones cerradas.
El mitin de este martes cumplía dos objetivos: acercarse al público joven, un voto que todavía se resiste a la candidata demócrata, y continuar con su estrategia en estados que se prevén fundamentales en las elecciones.
Florida, como siempre, será uno duramente batallado por su importancia. “Florida es clave. Si ganamos Florida, no hay ninguna opción que mi oponente pueda ganar”, aseguró Clinton en una entrevista radial en Miami.
Gore, además de servir como muestra de la importancia del voto, es una figura respetada en la defensa del cambio climático, y Clinton anunció que, en caso de ganar, le convertirá en su asesor principal en esa materia. Se contrapone de nuevo a su rival, Donald Trump, quien ha dicho que el calentamiento global es una invención de China.
También este martes el presidente Barack Obama empezó una semana que dedicará en gran medida a hacer campaña por la demócrata. En Carolina del Norte, el mandatario basó su discurso en recordar la experiencia Clinton en el servicio público, frente a la incapacidad del candidato republicado, Donald Trump, para servir como presidente —con especial énfasis en las grabaciones contra las mujeres reveladas el viernes pasado— y la necesidad de acudir a las urnas.
Obama fue interrumpido varias veces por manifestantes que acusaban Bill Clinton de abusador: las mismas acusaciones que Trump usó en el pasado debate para atacar a su rival.