París, Francia.-
El grupo Estado Islámico (IS) y los rebeldes del Frente Al Nursa – filial de la red extremista Al Qaeda en Siria – tienen bajo su control más del 90 por ciento del principal campo de refugiados palestinos al sur de la capital, Damasco.
La captura del campo Yarmouk, a cinco kilómetros al sur de Damasco, se produjo después de cuatro días de intensas batallas contra el grupo yihadista rival, Aknaf Beit al Maqdis, que tenía el control desde 2013.
El grupo Aknaf se ha retirado a la parte noreste de Yarmouk, señaló el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, y que cuenta con una de las mayores redes de información en el interior de Siria.
Otros activistas indicaron que siete palestinos fueron asesinados por el EI durante los cuatro días de largas batallas. Desde el miércoles pasado, los yihadistas del Estado Islámico habían tomado posiciones en el campo, reportó el canal árabe de noticias Al Yazira.
La agencia oficial de noticias siria SANA señaló que las fuerzas del gobierno mantuvieron sitiado el campamento desde que los militantes de Aknaf tomaron control hace más de dos años, y agregó que los enfrentamientos se están realizando en el interior del mismo.
Aknaf Beit al Maqdis es un grupo de combatientes palestinos que se aliaron con otros grupos yihadistas para derrocar al gobierno del presidente sirio, Bashar Al Asad, desde que empezó la revuelta popular contra Damasco .
Los informes indicaron que el Frente Al Nusra, que se unió al Estado Islámico, cuyas fuerzas estaban estacionadas cerca del campamento, facilitaron la entrada de los militantes del EI en la zona.
El campamento de Yarmouk es un gran distrito en el sur de Damasco. Establecido en 1957, vivían, al inicio de la guerra de Siria en marzo de 2011, unos 150 mil refugiados. Los estragos del conflicto, que ya entra en su quinto año ha reducido la población a 18 mil.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) ha manifestado ya su alarma por la situación de los residentes de Yarmuk.
“La situación en Yarmuk es una afrenta a la humanidad de cada uno de nosotros, causa de vergüenza universal”, ha afirmado un portavoz de la UNRWA, Chris Gunness.
La toma de Yarmuk significa que el Estado Islámico está a apenas ocho kilómetros del palacio presidencial de Bashar Asad, en la capital del país.
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