Ciudad del Vaticano / Enero 19.-
El Vaticano reiteró hoy que la participación a la ceremonia durante la cual Juan Pablo II será declarado beato el próximo 1 de mayo será de ingreso libre, por lo que no se expedirán entradas para la misma.
En un breve comunicado la Prefectura de la Casa Pontificia insistió en reportar que “la participación está abierta a todos los fieles; no son necesarios boletos de invitación”. Se trata del segundo comunicado sobre el tema emitido en cinco días.
La Sede Apostólica ya había informado al respecto el sábado 15 de enero, pero en los últimos días llegaron a la Curia Romana centenares de solicitudes para reservar un lugar en la histórica celebración.
Fuentes vaticanas recomendaron a los fieles interesados en asistir al evento prepararse para hacer filas desde la noche anterior, aunque resulta previsible que los católicos puedan llegar a la capital italiana desde mucho antes.
Las fuentes desestimaron la cifra de dos millones de personas que comenzó a circular en la prensa en los últimos días, argumentando que “si se publican números tan altos mucha gente se puede desanimar y luego la participación resulta mucho menor”.
Estimaciones oficiales indicaron que la Plaza de San Pedro puede contener unas 100 mil personas mientras, si se suman sus alrededores (Vía de Porta Angélica, Vía de la Conciliación y Piazza Pío XI), se pueden superar las 500 mil.
La presencia más numerosa se prevé sea de los católicos polacos, quienes contarán con un puente festivo en su país ya que el día 3 de mayo es feriado nacional.
“Este año la fiesta cae el 1 de mayo, cerca de la festividad polaca del 3 de mayo, un puente de vacaciones que permitirá a mis connacionales venir a Roma”, dijo Stanislaw Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia y fiel secretario de Karol Wojtyla, durante 40 años.
El también cardenal confirmó la noticia de que un frasco con la sangre de Juan Pablo II será la reliquia colocada en un santuario dedicado al “Papa peregrino” en su país natal.
“Sí, la pedí a los médicos del (hospital) Gemelli el 2 de abril de 2005, un poco antes que muriese. Una reliquia preciosa que podrá ser venerada en un santuario que se está construyendo en Cracovia”, indicó en una entrevista publicada por el diario italiano Avvenire.
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