Zapopan, Jal. / Octubre 31.-
Al ritmo de Ricky Martin, pasando por el reggae jamaicano de The Wailers y el pop de Camila, la ceremonia de clausura de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 provocó revuelo entre atletas y asistentes con los musicales. El último latido de la justa tapatía.
La cantante Ely Guerra, con un vestido turquesa, entonó el Himno Nacional. Su gran voz fue el mejor preámbulo para la última noche de la Fiesta de América.
La delegación de Canadá realizó un bailable que mostró un mosaico cultural de Toronto, sede de la próxima justa continental.
Un grupo de pequeñas, con velas en sus manos, cantaron el Cielito Lindo, al tiempo que el techo del estadio de las Chivas se iluminó con intensas llamas de fuego. Diversos bailadores aderezaron el espectáculo, con figuras surrealistas que llegaron por los pasillos de la cancha y de proyecciones desde lienzos ubicados en el centro del complejo deportivo.
Apareció el grupo Camila con la canción Mientes, provocaron suspiros, en tanto, los atletas que se ubicaban a nivel de cancha, sacaron sus cámaras para grabar el momento. Su segunda presentación fue a dueto con la cantante Colbie Callat. Su tercer sencillo fue De mí, de su último material.
Los jamaicanos The Wailers pusieron el toque de reggae. Acordes y color de la isla caribeña pusieron a bailar a todos los espectadores.
Entró en escena Diego Torres. Uno de los artistas más reconocidos de Sudamérica, pero el Omnilife explotó con la aparición de Ricky Martin, el cantante más esperado de la noche. El intérprete boricua regaló a los espectadores diversas canciones, entre ellas varios de sus éxitos como La Vida Loca, que fueron acompañadas con fuegos artificiales en el clímax musical de la clausura. El latido americano inicia su pausa de cuatro años y será en Toronto, Canadá, donde retumbe nuevamente el sonido de la emoción deportiva.
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