Guadalajara, Jal. / Octubre 20.-
Algo inquieta a Cynthia Valdez. La sonrisa que ilumina su bello rostro desaparece por momentos, esos con los que se anima a revelar el sueño que todavía no cristaliza.
Princesa panamericana que no pierde la ilusión de convertirse en olímpica. No pudo clasificar a los Juegos de Londres 2012 en el Campeonato Mundial de gimnasia rítmica, pero mantiene la esperanza de recibir una de las cuatro invitaciones especiales que otorga la Federación Internacional de ese deporte.
Las dos medallas de oro y tres de plata que obtuvo en Guadalajara 2011 son su as bajo la manga, la forma ideal de demostrar que merece un sitio en la justa británica.
“No he hablado mucho de eso. Me estaba concentrando al ciento por ciento en mi competencia y primero una cosa, después Londres. No he tenido el tiempo de platicar”, confiesa. “Es importante hacer presión, estos resultados son buenos para eso. Hay que verlo, que me apoyen, luchar por esa wild card. La esperanza muere al último” dijo.
Así ha sido durante toda su carrera, la cual pareció terminar hace casi dos años, cuando una lesión en la espalda la tuvo al borde del retiro. Volvió impulsada por el anhelo de triunfar en casa… Lo cumplió con cinco preseas.
Nunca había ganado una áurea en la justa continental. También sorteó esa barrera, por lo que nadie le puede quitar la ilusión de asistir a sus primeros Olímpicos, después de que le fue negada una invitación extraordinaria para Atenas 2004 y no clasificar a Beijing 2008.
“Sé que es muy difícil y lo entiendo. Ahora son posibilidades reales de obtener esa wild card, pero lo tomo con calma”, expresa. “A lo largo de mi carrera y cuando me retiré, antes de tener esa segunda oportunidad, valoré muchas cosas, sobre todo mis entrenamientos. Todo lo hago por mí y la gente que siempre ha estado al pendiente”, dice.
“Si no se da la oportunidad de ir a Juegos [Olímpicos], de todos modos me puedo retirar satisfecha. Le he echado muchas ganas, he pasado por bastantes cosas importantes, algunas buenas y otras malas”.
Y con lo que debió vivir con tal de encumbrarse, como aquellos años en los que su pasaporte era revisado meticulosamente. Las finas facciones y espigada figura de la hermosa tapatía hacían dudar a varios sobre su nacionalidad. Hasta a eso se acostumbró.
Lo que sí deja claro es que continuar en el deporte al que le ha entregado la vida no depende de tener una oportunidad en Londres 2012.
Todo está en manos de la Federación Internacional de Gimnasia. Ella hizo lo que pudo. Mientras tanto sonríe, aunque no como quisiera.
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