México, D.F. / Septiembre 22.-
Los Caifanes son como los buenos vinos, “entre más viejos mejor”, aún cuando a Saúl se le haya olvidado la letra de “Aquí no es así” durante el primer concierto que ofrecieron en el Distrito Federal, la noche del martes en El Plaza Condesa, donde sus seguidores de entre 20 y 35 años de edad le perdonaron ese error humano al vocalista de esa legendaria banda de rock.
Entre tantos fans, un par de ingenieros recordaban entre rola y rola aquel concierto en el que asistieron durante la última gira de Caifanes “El nervio del volcán”, aunque en aquél entonces sólo quedaban tres de los cinco elementos: Saúl, Alfonso y Marcovich.
Norman, ingeniero civil y Carlos, ingeniero en electrónica, coinciden en que los Caifanes “suenan mejor que nunca, son mejores músicos”, dicen, y aseguran que lo están disfrutando más que cuando eran adolescentes, pues consideran que ahora tienen más noción de la buena música.
Norman, gritaba constantemente: “Mi maestro Marcovich es el mejor” y no era parte de la alucinada mente de cualquier fanático pues en efecto, tomó clases de música con el Caifán.
Incluso, Norman comparó a los Caifanes con Soda Stero y aseguró que la banda mexicana era mejor que la argentina, sin contar por supuesto a Cerati, quien dijo era un caso especial.
El ingeniero civil recuerda una ocasión en que “su maestro Marcovich” se reunió con Los amantes de Lola y estos dijeron “Vamos a tocar la mejor canción de Caifanes: Sombras en tiempos perdidos”, canción que desde antes ya consideraba él como la mejor.
Entre gritos, brincos y cervezas los profesionistas recordaron su adolescencia y cantaron hasta lastimar sus gargantas cada una de las rolas , demostrando que ni 16 años son suficientes para olvidar a los Caifanes.
A los grandes todo se les perdona
Saúl, Alejandro, Diego, Alfonso y Sabo salieron al escenario pasadas las 21:30 horas ante los desesperados fans que al verlos los recibieron entre eufóricos gritos y lluvia de cerveza.
Cuando tocaron “Aquí no es así”, Saúl dirigió el micrófono hacia el público que comenzó a cantar, pero cuando el vocalista hizo su entrada olvidó la segunda estrofa y con señas pidió a sus compañeros detener la música.
Un error como estos comúnmente se hace acreedor a una rechifla, como pasó con Shakira en sus inicios, cuando no sabía hacer playback.
Pero la gente se mantuvo tranquila, nadie reclamó a Saúl, porque “a los grandes todo se les perdona”, dijo una voz perdida entre la multitud.
“Esto es lo chin… de tocar en vivo raza”, dijo Hernández y reiniciaron el tema como si nada hubiera sucedido.
“Nos ha costado uno y la mitad del otro estar aquí, ha sido una confrontación y una terapia muy cab… para estar contigo, no hay más palabras, Caifanes a tus pies como siempre”, dijo Saúl.
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