México, D.F.-
El actor Juan Carlos Barreto vivió un amor como pocos, gracias a Silvia Derbez. “Puedo decirlo con absoluta seguridad que fue el amor de mi vida, después de ese amor dudo que alguien pueda quererme así y que yo me enamore de esa manera”, dijo.
Él conoció a doña Silvia cuando ambos trabajaban en la obra de teatro “Los cuervos están de luto”; él contaba con 26 años de edad y ella con un poco más de 50. “Coincidíamos en muchas cosas, platicábamos mucho, hicimos una gira de cuatro años y nos dio tiempo de conocernos”.
Pero su amor tuvo que enfrentar algunos obstáculos, comenzando por la diferencia de edad. “Socialmente no era bien visto, eran otros tiempos, fuimos criticados, tanto de su parte como de la mía, los amigos y la familia, pero finalmente eso no nos importó nada, fue una relación de 18 años”.
Barreto también tuvo que demostrar que su interés por Silvia Derbez no era para colgarse de su trayectoria y volverse famoso. “Ella era una mujer súper discreta en ese sentido, lo que nos interesaba era estar juntos, compartir las cosas que nos importaban, hablábamos de nuestras carreras, del cine, de teatro, la vida, en fin”, dijo el protagonista de la puesta en escena “Espejos”.
“Dudo mucho que vuelva a aparecer en mi camino alguien similar, pero bueno, si aparece bienvenida, pero si no la vida ya me premió con esto y me doy por satisfecho”, finalizó realmente conmovido el actor.
Juntos para siempre
Estas son otras historias que parecen sacadas de la imaginación de escritoras como Isabel Allende o Caridad Bravo Adams.
Antonio Aguilar y Flor Silvestre
Contrajeron matrimonio en 1959, y su unión duró hasta la partida de El Charro de México en el 2007. Era tal el amor que sentían el uno por el otro que hicieron un pacto, si Antonio moría antes que Flor, ella lo alcanzaría al poco tiempo tomándose unas pastillas, algo que no hizo por sus hijos Antonio y Pepe, según reveló la propia cantante en una entrevista, pero sí guardó luto riguroso durante cuatro años.
“Doy gracias a Dios porque fue un premio el que fuera mi amor”, expresó doña Flor durante una ceremonia en memoria de Antonio Aguilar.
Pedro Infante e Irma Dorantes
El flechazo llegó cuando ambos filmaban “No desearás la mujer de tu hijo” (1950). En 1953 se casaron, pero su matrimonio fue anulado porque Pedro seguía casado legalmente con María Luisa León, su primera esposa.
A pesar del escándalo Irma y Pedro siguieron juntos, hasta el día en que él murió (1957). En ese momento Irma enfrentó soledad, pobreza y de la noche a la mañana se volvió madre soltera. Irma nunca se volvió a casar.
Irán Eory y Carlos Monden
Fueron pareja durante 16 años. Se conocieron en 1986 e iniciaron su noviazgo de inmediato, pero no se casaron porque la mamá de ella nunca aceptó al actor, por no ser de origen judío y, por si fuera poco, no tenía fortuna, situación que él respetó al grado de no tener hijos con Irán.
Ella muere de un derrame cerebral en 2002, dejando a un Monden destrozado, que fallece nueve años después.
Rocío Durcal y Antonio Morales Junior
Después de nueve meses de noviazgo Rocío y Antonio unen su vidas en 1970. Aunque ambos siguieron activos en la música, con la llegada de su segundo hijo Antonio decide dejar su carrera para cuidar a sus hijos. Fueron 26 años de casados, hasta que el cáncer le ganó la batalla a Rocío. Ha casi seis años de su partida, Junior sigue atado a su amada Marieta.
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