México, D.F.-
Atlante no aprovechó el descalabro del Puebla. Incluso se permitió el lujo de fallar un penal. Y en el pecado llevó la penitencia. Un empate le bastaba para seguir con vida, pero mordió el polvo ante Santos por 4-3 y ya es un equipo de Segunda División.
Carlos Darwin Quintero fue el encargado de accionar la guillotina con sus tres anotaciones (18, 31 y 89 minutos), aunque los Potros pelearon hasta el final y cerca estuvieron de rozar el oxígeno que alargaría su agonía.
Los azulgranas ya no tienen remedio: están a seis puntos del Puebla, cuando restan dos jornadas por disputarse. Matemáticamente ya no pueden pelear, porque lo que necesitan está más allá de los milagros: Puebla tendría que perder sus dos partidos restantes, pero Atlante deberá sumar seis unidades y además conseguir más de 30 anotaciones. Peor, imposible.
Desde el arranque fue un partido emocionante. Santos se puso rápido arriba, cuando Darwin Quintero marcó el 1-0 al minuto 18, con un disparo magistral al ángulo. Y el 2-0 llegó a los 31’, cuando Oribe Peralta le puso medio gol a Darwin, quien sólo tuvo que empujar el esférico casi sobre la línea de gol.
Atlante pudo acortar distancias al iniciar el segundo tiempo, pero Michael Arroyo falló una pena máxima al minuto 49: ya con Oswaldo Sánchez vencido, estrelló la bola en el travesaño. Mal y de malas.
Maldito penal
Al final, los cuacos lamentarían ese penal porque se murieron en la raya. Se metieron al juego en el 57, cuando Sepúlveda cabeceó el 2-1 e hizo ver mal la salida de Oswaldo.
Pero al 78’ el jovencito Abella le metió la espuela al costado de los jamelgos. El 3-1 parecía una lápida muy pesada a esas alturas.
Sólo que los atlantistas sacaron el coraje que les faltó en el resto de la temporada: El 3-2 llegó al 87, por conducto de Madrigal. La esperanza del empate se reavivó.
Hasta que Darwin Quintero dijo “hasta la vista” con su tercer tanto de la noche, a los 89. El 4-2 fue un trallazo que Yosgart Gutierrez apenas vio pasar.
Con la cara al cielo
Cuando sonaba la marcha fúnebre, en tiempo de descuento, otra vez Luis Madrigal reanimó al Atlante. Pero todo quedó en 4-3, ya no le alcanzó el tiempo a estos Potros que mordieron el polvo. Les queda el orgullo de haber caído como los grandes: con la cara al cielo.
Con este triunfo, los de la comarca lagunera llegaron a 24 puntos, para treparse al tercer puesto general.
Mientras que los atlantistas se atascaron, con 18 unidades, en el sitio 13. En la tabla de porcentajes por el no descenso, ya están sentenciados al quedarse con 0.9800 y estancarse en 98 unidades en 100 partidos y aunque está a seis de distancia del Puebla (1.0400, con 104 puntos en 100 juegos) la diferencia de goleo de más de 30 anotaciones, ya lo sepultaron.
Discussion about this post