Alan Pulido se afianza en el Tri preolímpico

Carson, E.U.-
Todavía se le nota inquieto cuando debe responder múltiples preguntas sobre su desempeño. Lo de Alan Pulido está dentro de la cancha, donde ruge cual tigre que ataca furioso a sus posibles víctimas.
Voz tenue, hablar pausado y cierto asombro en su mirada, ante las innumerables cámaras que le apuntan. El goleador de la selección mexicana que busca clasificar a los Juegos Olímpicos se sabe pieza clave en las dos victorias conseguidas durante el selectivo, pero sólo atina a decir que se siente “muy contento por el funcionamiento del equipo”.
“Me tocó la fortuna de marcar tres goles [contra Honduras], como le pudo pasar a otro compañero, pero estoy más feliz porque el equipo se plantó bien, supo manejar al rival y sacamos el triunfo”, agrega. “Nunca lo había pensado [una actuación así], pero es un sueño que todo centro delantero quisiera cumplir”.
Es el principal referente en la delantera del “Flaco” Luis Fernando Tena, por lo que existe la posibilidad de que le otorgue descanso hoy y no juegue contra Panamá, pero el hambre de gloria que tiene este chico es insaciable. Vive en estado de gracia y planea alargarlo cuanto pueda.
“Ellos [cuerpo técnico] tendrán la última palabra, pero yo estoy listo”, aclara. “Me gustaría jugar lo más que se pueda”.
“[Hay que] seguir con la misma humildad, deseo, trabajo. No hay que relajarnos en algo y ya ponernos a disposición del entrenador. Si nos toca jugar, aportar lo mejor de lo que uno sabe; si no, desde donde estemos”. Y continuar su historia en un torneo que ya le es muy especial. Además de que podría significarle un parteaguas en su carrera, el preolímpico ya le dio la oportunidad de dar un regalo inolvidable.
Su hermano, Armando, cumplió anteayer 23 años de edad. Alan le obsequió tres momentos que jamás olvidará, tres festejos con dedicatoria. Eso explicó la emoción en cada uno. El atacante de los Tigres no sólo se afianzaba como pieza insustituible para Tena. Cumplía una promesa familiar.
La lucha con Jerónimo Amione y Érick Torres, en pos de la titularidad, se limita al campo. La hoy figura del Tricolor agradece la retroalimentación que ha tenido con ambos, lo que le ha permitido mostrarse remasterizado.
“Son jugadores muy importantes, quienes también se desempeñan de buena forma dentro de la cancha”, considera. “He aprendido mucho de ellos y el compañerismo siempre está ahí. Por eso es una mejor competencia. A cualquiera que le toque, sé que lo va a hacer de la mejor manera”.
Por ahora él es el elegido. Brilla en una vitrina que podría catapultarlo al balompié del viejo continente.
“Ahorita no pienso tanto en eso, sino en hacer lo mejor que sé para el bien del equipo. [Quiero] realizar un buen torneo y el objetivo es Londres”. Si lo consiguen, deberá responder a un mayor número de preguntas.