México, D.F. / Octubre 14.-
Hace un tiempo una señorita o una señora, no sé bien, ni tampoco exactamente qué buscaba, supongo que algo quería conmigo afectó mi vida, el problema es que no me hizo daño a mí, sino a la persona que estaba junto a mí”.
El que habla es Damián Alcázar. Recuerda la vez que una seguidora suya (así desea pensar) estuvo a punto de destruirle la vida. “Pero no me lastimó a mí, sino a la mujer que estaba a mi lado”.
Ahora el precio de ser conocido lo recuerda más que nunca, al protagonizar la puesta en escena “Misery”, original de Stephen King, en donde compartiendo créditos con Itatí Cantoral, encarna a un escritor que tras un accidente es secuestrado por una seguidora suya, quien lo maltrata bajo el objetivo de conseguir lo que quiere.
La puesta en escena se estrenará el 21 de octubre en el Teatro del Foro Cultural de Chapultepec, bajo la producción de Jorge Ortiz de Pinedo; la obra marca el regreso de Alcázar al teatro, después de 13 años.
¿Te ha pesado la fama de ser famoso o exitoso?
El éxito lo relaciono con la Sabritas y la Coca Cola (risas). Creo que es el resultado de algo, si pasas a ser una figura pública. Algunos te admiran, otros te envidian, otros te agreden y por fortuna de estos son pocos. Yo soy una gente que camina por las calles, que se sube al metro, que prefiere no usar auto. Si tengo que hablar con gente de todo tipo, me preocupo por demostrar que soy igual que ellos, sin ostentar nada.
¿Extrañas algo de cuando no eras conocido?
Lo que me pasa es que me abruma, sobre todo cuando estás en pleno éxito con una película, como ocurrió con “El infierno”. Salía a la calle y era tremendo, porque soy muy inhibido; es demasiado para mí y me quiero ir, pero grosero jamás.
A veces resulta un tanto incómodo (ser conocido) porque estás en una situación, como por ejemplo, pelearte con la novia por teléfono o en persona en un restaurante, y es tremendo que se te queden viendo. O bien, que quiera decirle a una muchacha lo guapa que está y pues no se puede por no hacer parecer otra cosa.
Itatí Cantoral lo dice rápido, para que se comprenda a su personaje:
“Soy capaz de mutilar al escritor para lograr lo que quiero”, afirma.
La actriz dará vida a la mujer obsesionada con un personaje, traspasando los límites de la cordura. Pero a Cantoral, en la vida real, la fama le gusta, a pesar de los riesgos que pudiera conllevar.
“Agradezco que me conozcan, en serio. Me paro en un escenario y me encanta que me aplaudan, aunque sea mi mamá (risas). A veces me interrumpen los fans en lo que hago, pero siempre agradezco que me pidan la foto”.
Discussion about this post